Davi iba caminando rápidamente, cuando alguien le sujetó la muñeca.
—Oye, no seas grosera. No has cambiado nada, eh —dijo el hombre mientras le agarraba la muñeca y le daba una mirada coqueta. El rostro de Davi se volvió amargo cuando lo miró.
—Suéltame.
—Ahh... que fría. Pero diablos, Davi Mizuri, sigues siendo la diosa más hermosa que visto.
—Suéltame, ¡ahora! —La voz de Davi se volvió más fría, como si no hubiese escuchado el cumplido, sin embargo, el hombre solo dejó escapar una risita traviesa. Cuando estaban en el instituto, Rei Wu solía dejar de molestarla cada vez que Davi se volvía fría y peligrosa, ya que si no lo hacía, lo golpeaba sin piedad. Pero ahora, el hombre pareció ya no verse amenazado, lo que hizo que ella lo atacara agresivamente.
Pero detuvo sin esfuerzo el supuesto ataque sorpresa de Davi, como si supiera exactamente lo que iba a hacer y qué ataque iba a utilizar.
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