La hora había llegado... Luego de una vida difícil al fin podría descansar ¿Verdad?. Simplemente ese no fue el caso. Tampoco es que involucrara a un ser superior ni nada en lo que le había ocurrido, simplemente fue su mala suerte en juego. Hay más en la vida de lo que uno cree saber, no un destino, no un propósito ni nada así de glorioso. Pero todo y todos necesitan un significado. La búsqueda de los sueños sin importar cuan infantiles o estúpidos puedan llegar a ser. Una verdadera realización perfecta, una no afectada por la moral o la codicia, alimentada por las vivencias de una vida llena de altibajos y problemas. La cumbre del deseo de un tonto pecador es la meta a seguir para llegar al verdadero final del camino. Si no podía escalar más alto con una virtud... ¿Por que no intentar con un pecado?. Al fin de cuentas, no le quedaba nada más que intentarlo. Después de todo, eso es lo que hace un soñador. Soñar y soñar... Hasta volverlo una realidad. Aclaracion: El prota no cambia de genero, eso aplica a otra cosa que se vera más adelante