Somos tan diferentes uno del otro, pero a la vez somos iguales. [. . .] Hubo un tiempo no muy lejano donde un joven muchacho incursionó al salón, aquel hombre contaba con una apariencia sumamente atractiva, cabello rosa cual cereza, ojos verde como si esmeralda fuera y con una vestimenta un poco peculiar. ¡No se permiten copias ni adaptaciones!. Todos los derechos son reservados