"Sabiendo que no podía detener la siguiente oleada de flechas, Alex se giró y abrazó a Abigail, volviéndola a proteger.
Sus labios aterrizaron en su frente mientras una lágrima caía de su ojo. —Lo siento... Te amo... —fue todo lo que pudo pronunciar mientras su agarre sobre ella se intensificaba. Su cuerpo estaba rígido mientras cerraba los ojos y se preparaba para morir. Ya no podía sentir su cuerpo, pero su corazón estaba sangrando. Todo lo que deseaba en ese momento era que Abigail permaneciese con vida.
Alex cerró los ojos, esperando que las flechas lo atravesaran.
Sin embargo, las flechas nunca llegaron. En su lugar, pudo sentir una ola de calor abrasadora que venía de arriba, y cuando volvió a abrir los ojos, Alex pudo ver que Lexus había quemado todas las flechas a cenizas, junto con parte del castillo.
Lexus había llegado, pero Alex ni siquiera podía sentirse aliviado mientras miraba al dragón enfurecido desde arriba.
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