Xia Ling frotó su adolorido hombro. Luego de pensarlo cuidadosamente, se dio cuenta de que no le había prestado mucha atención a su popularidad últimamente.
Sin embargo, recordó que la gente estaba muy interesada en el dúo Lu Tao y Leng Hui. La última vez que se los había encontrado por casualidad en el centro de baile callejero, el estúpido Lu Tao no se había disfrazado bien y había sido reconocido por sus admiradores, lo cual causó gran caos y confusión. Si Leng Hui no lo hubiese sacado de ahí rápidamente, el resultado hubiese sido inimaginablemente terrible.
La Hermana Mai Na sonrió.
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