La coronación entera era una vista animada. Mientras más tiempo permanecían sentados los Emperadores, más confundidos se sentían. La mayoría de la gente que trabajaba duro allá afuera eran guardias inmortales de otros continentes. Además, había gente que de vez en cuando llegaba a pedir que los Emperadores Inmortales les echaran una mano. Gradualmente, las únicas personas en el palacio sin nada que hacer eran los emperadores de los países. En ese lapso, se sintieron incómodos, como si algo no encajara.
Se contemplaron el uno al otro por un rato y lucharon con estas emociones extrañas por algunas horas antes de que la coronación finalmente comenzara.
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