Encima del Mar de Nubes.
—¿Oigan, esa compañera inmortal… Están bien? —la cara de Ying Zhi reflejaba bastante preocupación. Esa señorita Shen parecía una Inmortal Terrenal, pero por alguna razón, toda esta gente estaba muy confiada en enviarla al Palacio de Cristal. Ying Zhi conocía mejor a la Bestia de Nubes, tenía razones para preocuparse de que algo anduviera mal.
—No se preocupe, Emperador Celestial. Shen Ying sabe qué hacer —respondió Lonemoon. Pensó un momento y añadió—: ¿Supongo? —solo esperaba que no causara problemas.
—… —¿qué quiere decir con que eso supone? ¡Ahora Ying Zhi estaba más preocupado que antes!
—¡El remolino en el mar desapareció! —gritó alguien.
Todos hicieron una pausa y voltearon a mirar. En efecto, a unos metros de ellos, el remolino que estaba protegido por el conjuro dorado había desaparecido. En cambio, había calma. Incluso las olas se habían detenido.
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