—Hermana mayor Wei, no seas tan dominante. Nuestro joven señor Su no ha visto a la enfermera jefe desde hace un tiempo. No se la robe.
Tang Chuan bromeó de manera molesta.
—¿Enfermera jefe? Ella es doctora ahora. Muchas cosas cambiaron mientras estabas en el extranjero —dijo Jiang Xiaowei y sonrió.
—¿En serio? Felicidades, Doctora Huo.
Tang Chuan le dio un pulgar hacia arriba.
—Gracias.
—¿Cuánto tiempo he estado en el extranjero? Siento que el mundo entero ha cambiado. No solo Wei Liao se convirtió en esposo, sino que también será padre y Huo Mian ahora es médico. ¿Qué hay de usted, Su Yu? ¿Alguna sorpresa para mí?
—¿Qué tipo de sorpresa quieres? ¿Qué tal látigos y cera de la vela esta noche?
Su Yu miró a Tang Chuan.
—Jajaja... no. Eres un niño pervertido.
Hablaron y se echaron a reír hasta que Wei Liao regresó a la habitación privada después de pedir comida.
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