Marchando a la horca

'No... idiota, esto es bastante más jodido de lo que estás creyendo, el hijo de la grandísima puta uso estas dos semanas para formar el escudo del barco... Estos dos idiotas me tienen miedo ... Todos en este barco están empezando a dudar de mí … Yo soy el escudo del barco.'

'Con razón me permitió dormir lejos de los camarotes, eso me hace el principal culpable de las 'enfermedades' del barco ... Como mierda fuiste tan idiota de no darte cuenta de que el día despues del ataque, no te permitió estar solo ... Luego de explicarle a Ron cómo funciona el veneno de una sirena … Cuando le pediste dormir a fuera de los camarotes, te lo permitió con una sonrisa en el rostro'

"Algo raro tiene que tener ese viejo ... "Murmuró algo traumado y en voz baja Lucas, mirando de forma atontada a los dos que tenía al frente, no podía lograr terminar de procesar como es que había terminado en esta situación sin darse cuenta hasta ahora.

"..." Lucas quiso decirle algo a los dos grumetes que tenía enfrente, pero noto que lo miraban con los rostros asustados, Ricardo se estaba acercando disimuladamente a la caja donde guardaban los cuchillos como preparándose para lo peor.

'Estoy solo... estoy condenado ... Alguien como yo no puede sobrevivir estando solo en estas aguas de mierda, carajo ese viejo sé jugó todas sus fichas a que soy una especie de enviado divino del Galeón ...' Lucas pensaba mientras se sentaba en la caja que bloqueaba la puerta comiéndose las uñas, incluso partes de sus dedos estaban desapareciendo de lo nervioso que estaba.

'La reliquia no va a salvarme el culo ... Si dejo de serle útil para cumplir la misión, va a buscar al segundo mejor candidato a mensajero el cual es ... el capitán de este barco o su primer oficial...'

'La reliquia está tratando de deshacerse de mí, ya que no le soy más útil ... Por eso el capitán va a provocar mi muerte y cuando tenga mi cadáver ... Va a ser obligado por la reliquia a convertirse en el siguiente mensajero ...'

'No ... Si la reliquia me quisiera muerto, podría obligarme a matarme ... Desde que Ron y El capitán descubrieron cómo funcionan los cambios de actitud ... La reliquia ya no los provoca, porque no le importa que ocurra en este puto barco … Tiene la confianza de que va a llegar a puerto ...'

'...' Lucas dejó de reflexionar sobre el tema, ya no tenía sentido hacerlo, dejó de comerse las uñas de sus manos, su único brazo cayó al suelo, como si hubiera perdido la fuerza de sostenerlo y gotas de sangre empezaron a escurrirse de sus dedos manchando el suelo.

Pero a Lucas parecía no importarle el dolor, se puso a mirar al techo de la cocina, como si hubiera perdido el alma.

'Ya no tiene sentido reflexionarlo ... Estoy solo... No puedo sobrevivir solo ... Que pase lo que tenga que pasar ... Ya estoy muerto' Fue el último pensamiento de Lucas, antes de que las lágrimas empezaran a manchar su rostro, haciendo que los tablones del techo de la cocina se vuelvan borrosos.

Los otros dos grumetes seguían asustados, incluso si parecía que Lucas estaba algo más calmado, seguía actuando demasiado raro, Ricardo ya tenía un cuchillo en la mano y se posicionaba en una esquina de la cocina, atrincherándose con unas cajas.

Por su parte, Taras tenía algo de miedo, él no parecía estar tan corrompido por las sirenas, por lo que sus pensamientos fueron más inocentes y creía que Lucas le tenía miedo a la paliza que le iban a dar en los camarotes, si no encontraban un culpable.

Pero al ver a Lucas llorando, sus años de marino le indicaron que había algo raro, algo que él no conocía y Lucas sí

'5 veces nos preguntó si sabíamos algo de los enfermos ...' Taras reflexionaba, sacando a relucir sus años de experiencia en estos mares misteriosos.

'Si él fuera culpable no lloraría así. Probablemente, al saber que los tres compartimos su culpa estaría riendo como un desgraciado. Además, esos son los llantos de un preso inocente marchando a la horca'

'Los tres compartimos su culpa ... Marchando a la horca' esas palabras se repitieron en la cabeza de Taras como si estuviera en un bucle infinito.

"Mierda! ..." Grito Taras, corriendo hacia Lucas y agarrándolo de la cabeza, para que dejara de mirar al techo y lo mirará a los ojos.

"¿Qué carajos hay en la bodega de vinos, Lucas?!" Pregunto Taras a los gritos, empezando a infectarse del miedo de Lucas.