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LUNA LLENA (GAY)

Es claro que el peligro está presente en todos lados. Liam, un lobo adolescente solitario queda totalmente enamorado cuando conoce a Matthew, un humano pacifico y vulnerable que correrá peligro tras descubrir la existencia de hombres lobo. Por otro lado, dos jóvenes Cazadores de hombres lobo afrontarán nuevos desafíos para que uno pueda sobrevivir y adaptarse a su nueva vida. HISTORIA COMPLETA EN: https://www.wattpad.com/618598366-luna-llena-gay-pr%C3%B3logo

TeamRangel · Outros
Classificações insuficientes
22 Chs

¿Mortal?

Narra Liam

La luz solar iluminaba mi habitación, lo cual era molesto para mis párpados. Recuerdo que antes de dormir las persianas de la ventana estaban abajo y estoy completamente seguro que Allen debió subirlas cuando despertó; no había rastro de él en ningún lado de la habitación. A los pocos segundos sentí incomodidad en mi brazo, me senté sobre la cama y me deshice de las vendas mostrando a la luz mi herida, aún seguía sin sanar y mi antebrazo comenzaba a tornarse de un color amoratado.

La cubrí de nuevo y después bajé a la sala de estar, donde estaría Joe acompañado de Allen.

—Hola —sorprendí a Allen saliendo de la cocina dándole una mordida a un panquesito.

—Lo siento —se sintió avergonzado—, tenía hambre y...

—No te preocupes, creo que también hubiera hecho lo mismo —solté una risa amigable—. ¿Dónde está Joe? —lo busqué con mi mirada.

—Ahí está —señaló con su dedo.

Di la vuelta lentamente y lo encontré durmiendo en el sofá abrazando la almohada, que anteriormente le entregué y me devolvió Allen.

—Será mejor no hacer mucho ruido —susurré.

—No creo que debamos preocuparnos —respondió con naturalidad—, Joe siempre ha tenido el sueño pesado.

—¿Cómo lo sabes? —lo miré.

—Cuando éramos pareja y dormíamos juntos, difícilmente podía despertarlo al día siguiente y escapar de sus brazos —le dio una mordida al panquesito.

—¿Por qué escapar de sus brazos?

—Siempre me abrazaba —eso explica por qué abraza con fuerza la almohada; en su mente piensa que es Allen.

—De acuerdo —entré a la cocina con intenciones de preparar el desayuno y Allen vino detrás de mí.

—¿Cómo sigue tu brazo? —se sentó en un banco y recargó sus brazos sobre la barra frente a él—. ¿Será necesario pedir ayuda con el Alfa?

—Después de que mi herida no sanó en el transcurso de la noche, sí —tomé un sartén y lo coloqué sobre la estufa—. Estoy comenzando a asustarme —respondí dándole la espalda.

—¿Crees que él tenga una idea de lo que te está sucediendo?

—Tal vez —abrí el refrigerador y saqué un galón de leche.

—¿Qué? ¿Cómo que tal vez?

—No lo sé, Allen —finalmente lo miré—. Nathaniel es el Alfa y seguro le ha tocado presenciar algo similar. ¿Qué me dices de ti? —pregunté antes de apartar la mirada y buscar harina—. ¿Hablaste con Joe?

—No, no pude.

—No te preocupes, Allen —vacié harina sobre un recipiente y comencé a batirla—. Fue una mala idea pensar que esta noche podrían reconciliarse.

—No lo fue, ¿sabes? —me detuve para girarme hacia él—. Hiciste esto para que tuviera una oportunidad y quizá no la aproveché, pero hoy estuve más cerca de él de lo que pude haber estado en cualquier otro día y estoy feliz con ello —esbozó una sonrisa de oreja a oreja—. Gracias, Liam —inconscientemente le devolví la sonrisa.

—Podrás agradecerme cuando por fin estés con él —me di la vuelta y seguí preparando el desayuno.

...

—Hola —la puerta se abrió, dejándonos ver a un rostro familiar del otro lado de ella.

—Ringo, ¿dónde está Nathaniel? —preguntó Joe.

—Está en el sótano —apuntó con su dedo abajo.

—Necesitamos hablar con él.

—Está bien —nos miró de reojo—, se nota que es muy importante, entren —nos hizo espacio.

Seguidamente bajamos por las escaleras, allí se encontraba Nathaniel junto a Douglas y otros Betas, escuchando con atención las palabras de su Alfa, pero se dieron por terminar su conversación al notar nuestra presencia.

—Hola, chicos —arrugó su frente—. ¿Qué hacen aquí?

—Nathaniel, necesitamos tu ayuda —dijo Joe.

—¿Es algo relacionado con Matthew?

—Técnicamente él es la razón por la cual estamos aquí —respondió Allen.

—No entiendo, ¿qué quieres decir?

—Muéstrales, Liam —todos posaron su vista en mi..

—De acuerdo.

Me quité el suéter que llevaba puesto y todos se sorprendieron al ver que tenía una venda cubriéndome el brazo y preguntándose: ¿por qué? ¿Cuál era el motivo? ¿Y con qué fin? La mayoría creyó que por alguna extraña razón me hice una herida frente a muchas personas, con el propósito de ocultarles a los humanos y especialmente a los Cazadores, que no soy un Hombre Lobo sino una persona común y corriente. En pocas palabras para no levantar sospechas.

Poco a poco fui retirando la venda para aclarar esas dudas y la expresión en sus rostros cambió de asombro a horror. Joe y Allen se sorprendieron más; la herida cambió para mal, no estaba igual a como ellos la recordaban.

—Lo sé —le dije a los chicos—. Empeoró más.

Nathaniel se acercó a mí e inspeccionó la herida, su tranquilidad logró tranquilizarme, pues no había asombro en su rostro, por lo que me hizo pensar que ya debió presenciar una situación igual.

—Sé cuidadoso.

—¿Sientes dolor? —abrió los ojos del asombro. En ese momento su rostro cambió y la tranquilidad que sentía, desapareció—. ¿Cómo fue que te hiciste esta herida?

—Matthew lo hizo.

—¿Matthew? —no se lo podía creer.

—Si.

—Esto es imposible —tomó mi brazo y observó una vez más la herida—, parece una herida hecha por un Alfa y sigo sin creer que un humano como Matthew pudo ser capaz de dejar esta herida a largo plazo en tu cuerpo. Necesito más detalles —soltó mi brazo—. ¿Cómo sucedió y con qué motivo lo hizo? —se dio la vuelta—. Dejenos a solas, a excepción de ti, Douglas —obedecieron, aunque no entendía por qué debía quedarse precisamente él y el resto irse.

Sinceramente no me gusta estar cerca de este chico; le sigo guardando rencor por todo el mal que le ha hecho a Matthew. Posteriormente Joe decidió subir con el resto de Betas, tenía algo importante de qué hablar con un tal Alex; una vez que todos se marcharon, le narré a Nathaniel todo lo sucedido en tan poco tiempo.

—Creemos que Liam no puede sanar su herida porque Matthew hirió sus sentimientos —añadió Allen.

—Entonces, ¿es por el amor que sientes hacia él? —preguntó Douglas.

—Puede ser una posibilidad —me obtuve a ignorarlo y agradezco que Nathaniel haya respondido.

—Pero, ¿por qué? —volvió a preguntar.

—Por ello te pedí quedarte. Verás —Douglas puso atención a Nathaniel y a la explicación que le dará—, cuando un Hombre Lobo se enamora de una persona nace un vínculo; una conexión especial y única que no sentirá en alguien más.

—¿Cómo no pude saberlo antes? —preguntó Allen.

—Realmente me sorprende que muchos no lo sepan —volvió a buscar la mirada de Douglas—. Ese vínculo es tan fuerte que si le llegase a suceder algo a esa persona, los sentimientos del Hombre Lobo se verán afectados, incluso podría morir de depresión si llega a perderla.

—Esto es completamente raro —fue su única respuesta.

—Lo sabrás cuando te enamores por primera vez, ahora necesito tu ayuda, Douglas.

—¿Qué necesitas? —dio un paso al frente después de escuchar su nombre.

—Saca tus garras —el chico no comprendió nada y nosotros tampoco—. Vamos, inténtalo. Recuerda que esto sigue siendo una prueba.

Miramos detenidamente la mano de Douglas, que ya hacía en el aire a la altura de nuestros codos. Hizo uno, dos... tres, cuatro... cinco intentos y no pudo conseguirlo. Estuvo a punto de rendirse, pero su Alfa lo motivó hasta lograrlo y para ello tuvo que hacer resplandecer sus relucientes ojos rojos.

—Lo hice... lo hice —dijo orgulloso de sí mismo.

Nathaniel tomó su mano extendida en el aire y jalo de esta para arañar el otro brazo que tenía sano, enterrando sus garras en mi piel y haciéndome un corte ligeramente profundo.

—Demonios —me quejé.

—Observen —mantuvimos la mirada fija en mi brazo.

En un abrir y cerrar de ojos volvió a la normalidad como si nada hubiera pasado, en cambio la herida hecha por Matthew ni siquiera sanaba con el paso del tiempo.

—Su hipótesis es cierta. Sin embargo queda una duda por resolver, ¿por qué tu cuerpo actúa como el de un humano?

—¿Qué quieres decir? —arrugué mi frente.

—Tendremos que coser esa herida. Esperen aquí mientras la llamo.

—¿A quién?

—Natalia. Tardará un poco en llegar, pónganse cómodos —subió las escaleras.

Le tomamos la palabra, Douglas y yo nos pusimos cómodos en unas sillas que se encontraban en la esquina, como esta era la primera vez de Allen aquí abajo, le dio por curiosear el sótano observando cada cuadro y pintura que se encontraba en las cuatro paredes; algunos eran de mapas raros con garabatos que no podíamos descifrar. Más tarde se escucharon algunos pasos detrás de nosotros y fui el único que le dio importancia observar de quién se trataba.

Joe venía bajando las escaleras, después de llegar a mi lado traté de explicarle lo que sucedió mientras él estaba ausente, pero Douglas no dejaba de olfatear y eso me distrajo.

—¿Te sucede algo? —le preguntó Joe—. Pareces un perro.

—¿No lo percibes...? Nathaniel dijo que podíamos sentir las emociones mediante el aroma.

—Sí, lo sabemos —respondió.

—Creo que es odio. No estoy seguro, lo llevó percibiendo desde que todos se fueron.

—Es Liam —respondió Allen a lo lejos.

—Oh —su mirada se cruzó con la mía—, ¿por qué estás molesto?

—¿Acaso ya olvidaste tu pasado? —fruncí el ceño—. Cada vez que estás cerca de mí y veo tus ojos, recuerdo como solías humillar a Matthew y eso me hace enfurecer —Douglas tragó saliva, quizá le provocó miedo el resplandor de mis ojos—. Ahora soy yo quien está percibiendo miedo —dije.

—Lo siento —bajó su mirada totalmente apenado—. Perdón —lo dijo con toda sinceridad, lo noté en su voz.

—¿Seguro que soy yo quien debe recibir tus disculpas? —levantó la mirada.

—No.

Nathaniel regresó y agradezco que lo hiciera.

—Natalia vendrá dentro de tres horas.

—Está bien, podré aguantar un poco más.

No sé qué haré aquí las próximas tres horas, parece poco tiempo pero no lo es. Así que decidí dar una caminata y Allen se ofreció a acompañarme después de que Joe se marchó a casa; así el tiempo pasará más rápido con la compañía de alguien.