El grupo, liderado por Rayber, se encontraba en un camino sin fin, sin rumbo fijo, cuando se toparon con una cloaca gigante que despertó su curiosidad. Con incertidumbre sobre lo que podrían encontrar, decidieron aventurarse en la oscura y húmeda red de túneles. Después de horas caminando sin encontrar nada relevante, decidieron regresar. Mientras se preparaban para abandonar la cloaca, la chica llamada Aurora tropezó con algo extraño: una pequeña compuerta. Al abrirla, descubrieron que la cloaca continuaba hacia abajo. Intrigados, decidieron explorar más a fondo. Henry fue el primero en bajar, pero antes de que pudieran darse cuenta, algo lo absorbió en la oscuridad. La conmoción se apoderó del grupo, y en medio del caos, la cloaca se estremeció y todos cayeron hacia abajo. Se encontraron en un lugar aterrador, rodeados por una inmensa horda de zombis. Rayber, decidido a luchar, se unió a Rohwder, quien improvisó un machete con su mano mutilada. Juntos, enfrentaron la marea de no-muertos, sin saber que más tragedias les esperaban.
Mientras combatían, la cloaca detrás de ellos estalló en una gran explosión. Rayber, horrorizado, vio que solo podía llevar a una persona: Moreno. Rohwder, con sabiduría y determinación, convenció a Rayber de abandonar el lugar antes de que la destrucción los alcanzara también. En un camino que parecía no tener fin, sin Henry, Axel ni la camioneta, el grupo se encontró con un parque en una ciudad desconocida al atardecer.
Rayber, abrumado por la pérdida de sus amigos, rompió en llanto. Rohwder, aunque también afectado, mantuvo la compostura mientras Moreno observaba en silencio. La esperanza brilló en el horizonte cuando vieron a lo lejos una gran mansión. Decididos a enfrentar cualquier cosa que se interpusiera en su camino, Rayber, Rohwder y Moreno limpiaron la zona de zombis, estableciéndose en la mansión. En ese momento, nació "La Legión 101", decididos a enfrentar los desafíos que el mundo postapocalíptico les presentara.