Lin Fan sabía lo que iba a ocurrir. Era inaceptable llevárselo enfrente de un discípulo con talento. Pero, para ser sincero, Lin Fan no respetaba a una persona así.
—¿Necesitas algo, Sobrino Marcial? —preguntó Lin Fan dándose la vuelta. Comparado con Ye Shaotian, Lin Fan parecía más generoso.
Ye Shaotian se enfadó al ser llamado Sobrino Marcial por Lin Fan. Sabía que se estaba burlando de él.
—Entonces, ¿vas a acogerle? —Preguntó Ye Shaotian con tono hostil. No le importaba este Tío Marcial. El gran maestro le dio la montaña como un acto de piedad. No era nadie.
—Ya no es discípulo de la Secta Santa. ¿Qué hay de malo en que le acepte en mi Secta Diablo Santo? Sé más generoso, joven. Lo que haces es malo para tu futuro —a estas alturas Lin Fan hablaba como un anciano.
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