6 ---Corto VI---

-El Señor Hypnos una vez me contó que los humanos son seres sorprendentes, a pesar que obran mal, tienen virtudes que les hace especiales, me contó que son capaces de crear felicidad en la tristeza y si se proponen pueden crear hasta milagros. -asintió muy apenada.

-¿Milagro!? Los humanos jamás entenderán tan fastuosa palabra, pues confunden ésta con la suerte, su imprudencia de seguro os llevara a su perdición -respondió Thanatos muy serio-.

Macaria consternada ante las palabras de Thanatos, cogió el libro y quedó pensativa en el lugar, mirando al señor Thanatos...

-Venga ya, que no es para tanto niña, a ver entregadme ese libro, ¿en qué página decías que te quedabas?

Macaria muy feliz hacía el esfuerzo y se ponía de puntillas para dar el libro al señor Thanatos quien comenzaba a decir...

—Uhum Uhum —modulaba su voz

Capítulo II

La pequeña Molly comenzaba a despabilarse algo cansada aquella mañana, pues fue Bobby, su perro quien ladraba para despertarla, el día tenía por vientos fuertes, más el cielo se encontraba con nubes grises.

Molly fue a buscar a Bussi, al ver que él no se hallaba por ningún lado, pues estaba tan preocupada por él, que cogió un cortavientos más su paraguas, los truenos comenzaban a rugir y la lluvia empezó a caer abruptamente, Molly se mostraba enojada, pues en plena lluvia junto a Bobby, rebuscaban y rebuscaban sin dar con el paradero de Bussi.

En una ocasión Molly cayó al charco y se rasguño las manos, se esforzaba por no llorar a pesar que sus gestos indicaban la tristeza en sus gestos de la pequeña, más ella ya se encontraba empapada y se moría de frío, Bussi no se encontraba en ninguna parte de la villa, de tanto esmero por encontrar a Bussi, Molly se asustó con aquel trueno improvisto que caía muy cerca, los rayos impactaban violentamente, era una tormenta en la que se encontraba, sus fuerzas decaían y una y otra vez resbalaba y caía sobre los charcos de lluvia, ahí en aquel lugar ya no pudo aguantar derramar unas lágrimas por su amigo, sus manos se encontraban débiles temblorosas y muy rosadas, alzó fuerza y se asomo a un edificio destruido y entre esos machones se sentó e inclino su cabeza entre sus rodillas, agachando su mirada, el llanto no se podía oír por la lluvia que era continua y de aquellos truenos que rugían y po paraban de hacerlo...

se podía ver que en las manos de Molly se encontraba aquella cuerda que aferraba a Bussi... mientras tanto Bobby se asomaba a Molly, éste se recostaba a su lado y así como un perro que llora apenado, estaba presente. Molly quedó inmóvil en aquel lugar por más que la lluvia y el frió eran presentes en el lugar y permanecieron allí sin moverse...

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