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Alexa

Alexa caminaba por el pasillo de la escuela con la cabeza baja, tratando de ignorar las miradas y los comentarios de los otros estudiantes. Era el primer día de clases después del verano, y su cabello teñido de rosa y su ropa extravagante habían llamado la atención de todos.

Alexa se sentía incómoda con la atención no deseada que recibía, pero no era algo nuevo para ella. Desde que era niña, había sentido que no encajaba en ningún lugar y que siempre había sido juzgada por su apariencia y su forma de ser. Pero en lugar de tratar de cambiar quién era para encajar, había decidido abrazar su singularidad y expresarse de la manera que le hacía feliz.

Sin embargo, hoy se sentía más vulnerable de lo normal. El primer día de clases siempre era un desafío, pero su nuevo look había generado más atención de la que había anticipado. Alexa sabía que la mayoría de las personas en su escuela no la entendían y probablemente nunca lo harían, pero eso no la detendría.

Mientras avanzaba por el pasillo, tratando de evitar las miradas curiosas y las risas de algunos estudiantes, vio a Chris, el chico más popular de la escuela. Chris siempre había sido su peor enemigo, se burlaba de ella en público y hacía todo lo posible por hacerla sentir fuera de lugar. Alexa no entendía por qué Chris la odiaba tanto, pero sabía que tendría que estar preparada para enfrentarlo en cualquier momento.

Cuando Chris se acercó, Alexa se tensó, esperando lo peor. Pero en lugar de insultarla o burlarse de ella, Chris simplemente chocó con ella y la empujó con su hombro. "Lo siento, no te vi", dijo con una sonrisa sarcástica.

Alexa lo miró con odio y siguió caminando, pero podía sentir que los ojos de Chris la seguían. Sabía que era diferente a los demás estudiantes de la escuela, y que eso la hacía un objetivo fácil para las burlas y el acoso. Pero a pesar de todo, Alexa no iba a permitir que los demás definieran quién era ella.

Llegando a su casillero, Alexa se detuvo y respiró profundamente. Sabía que el día sería largo y difícil, pero estaba decidida a enfrentarlo con coraje y confianza en sí misma. Con un suspiro, abrió su casillero y tomó sus libros para la primera clase del día. Con la cabeza en alto, caminó hacia su salón de clases, lista para enfrentar el día y todo lo que tuviera preparado para ella