—¿De dónde voy a sacar el dinero? —gritó el conductor.
En ese momento, Frankie se acercó para detener al conductor y dijo —Señor, venga conmigo.
Yvette estaba sentada en el asiento trasero aturdida.
El sonido de la tormenta le llegaba como golpes.
Sentía tanto frío.
Había pensado que podía aceptar el hecho de que Lance estaba con Yazmin. Pero cuando los vio durmiendo juntos, se volvió loca.
Se sintió demasiado ridícula.
Pensó que se estaba engañando a sí misma.
¡Se había convertido ella misma en una gran broma!
Se había dicho claramente a sí misma que no debía estar triste por él, pero simplemente no podía controlarse.
Le dolía tanto el corazón que intentó cubrirlo con fuerza, pero no funcionó.
¡Crack!
Se escuchó un sonido estridente.
Yvette de repente se inclinó hacia adelante. Si no hubiera llevado puesto el cinturón de seguridad, habría sido lanzada fuera.
Después de que el conductor frenara de repente el coche, gritó al coche de enfrente —¿Estás loco?
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