Punto de vista de Nathan
—¿Debería felicitarte, Nat... Oh no, nuestro Targary? —mientras la multitud se dispersaba del salón, Sebastián alcanzó mis pasos por detrás e interceptó mi camino.
—Si no quieres, no tienes que forzarte a pronunciar felicitaciones tan insinceras —miré a los ojos de Sebastián y ya podía adivinar que, además de declarar guerra, Harrison Morris podría haberle dicho algo más, algo sobre la verdad de la muerte de Elizabeth.
—¡Quiero escuchar una respuesta precisa de ti, Nathan! —los ojos azules hielo de Sebastián estaban inyectados de sangre con ira cuando agarró mi cuello, exigiendo con ferocidad—. Dime, ¿mataste a Elizabeth?
—Sí —cuando lo admití sin dudar, Sebastián levantó bruscamente el brazo, dirigiendo su puño hacia mi rostro.
No me esquivé, pero observé cómo su puño se detenía a solo una pulgada de mi cara.
—¿Por qué no me golpeaste?
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