Briena regresó a casa después de pasar tiempo con Ivan, donde la familia Ford la esperaba ansiosamente.
—Mi querida hija —dijo Clara con calidez cuando Briena entró.
Con una sonrisa triunfante, Briena se apresuró hacia su madre, quien la atrajo hacia un abrazo. —Estoy tan orgullosa de ti. Desde el momento en que naciste, supe que estabas destinada a enorgullecer a nuestra familia.
—Gracias, mamá —respondió Briena, su voz llena de orgullo.
Su padre, Jay, se acercó y la envolvió en un cálido abrazo paternal. —Realmente eres el orgullo de esta familia.
—Gracias, papá.
Entonces Briena miró hacia su abuela, Sephina, su expresión se suavizó pidiendo disculpas. —Lo siento, abuela, por irme sin decirte, pero…
—Mientras todo haya salido bien, eso es lo que importa —dijo Sephina, acariciando su cabeza suavemente—. Estoy orgullosa de ti. Siempre justificas mi fe en ti. Sabía que eras el verdadero fénix de esta familia, la que nos traería orgullo y éxito.
—Gracias, abuela.
Apoie seus autores e tradutores favoritos em webnovel.com