Al escuchar las palabras de Liushui Wuhen, las expresiones de los demás se ensombrecieron, pero no se marcharon.
—Aooo~
Fue en ese momento que un chillido estremecedor surgió de repente desde dentro de la cueva.
El grito resonó en todas direcciones como si hiciera que toda la cueva colapsara, causando que Liushui Wuhen y los demás solo sintieran un zumbido incómodo en sus oídos.
—¡Ese es el rugido del Dragón del Diluvio! —Las pupilas de Duanmu Ci se contrajeron, y sus ojos se iluminaron—. ¡Allí dentro, hay Sangre de Dragón de Diluvio!
Liushui Wuhen ya había visto todo lo que estaba ocurriendo dentro de la cueva sin necesidad de que él lo dijera.
Su Han estaba allí, alcanzando una Botella de Jade en su mano, sobre la cual emergió un enorme fantasma.
—¡Ese fantasma era el Fantasma del Dragón del Diluvio! —exclamó.
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