"Eres una persona muy difícil de contactar, Spider-Man," dijo Fury, quien estaba sentado en un mueble de la habitación, con un arma en la mano. La forma en que hacía sus apariciones siempre resultaba amenazadora; diría que es la experiencia. Debe tener como cien años en esto.
"Vaya, cayó dormido muy rápido," respondí con sarcasmo. "Gusto en conocerlo, Sr. Fury," saludé.
"Es un tranquilizante muy leve. Y también es un gusto por fin conocerte. Te vi en el funeral, pero no me pareció de buen gusto pedirte tu número," comentó Fury, aludiendo al dolor que aún sentía por la muerte del Sr. Stark.
"No, no sería buen momento," le respondí, recordando aquel funeral.
"Es lo que dije," añadió Fury.
"Claro," respondí, sintiendo la incomodidad del momento.
"Lo importante es que estás aquí. Yo quise traerte, tú me evitaste, y ahora estás aquí. Qué coincidencia," dijo, probablemente refiriéndose a cómo le corté la llamada cuando estaba con Happy.
"Sí, qué coincidencia. Es como si fuera el destino, como la mugre y las uñas." respondí, enfatizando la gran casualidad de nuestra reunión.
"Antes tenía conocimiento de todo. Entonces volví 5 años después y ahora no sé nada, sin información, sin equipo y con un chico de secundaria que me rechaza las llamadas," dijo mirándome seriamente. "Esto es lo que sí sé." Sacó un dispositivo de su bolsillo y lo colocó sobre la mesa frente a él.
El dispositivo proyectó un holograma de la Tierra, con puntos señalando diferentes ubicaciones en el planeta. "Hace una semana, un pueblo en México fue destruido por un ciclón. Los testigos dicen que ese ciclón tenía cara."
"Jrrr," el silencio fue interrumpido por un ronquido de Ned, quien estaba profundamente dormido en su cama.
"Tres días después, un evento similar ocurrió en Marruecos. Un pueblo fue..." Fury fue interrumpido nuevamente por el Sr. Harrington, que tocaba la puerta.
Toc, toc.
Miré hacia la puerta, donde el Sr. Harrington estaba de pie. "Estoy haciendo mi ronda por si alguien necesita terapia emocional después de los eventos traumáticos de hoy," dijo, explicando con una sonrisa incómoda.
"No, estamos bien, todo bien. Gracias," respondí rápidamente, tratando de que se fuera lo antes posible.
"Qué bueno, porque no estoy calificado para darles," miró a Ned, que seguía roncando. "Ah, está noqueado. No estoy calificado para darles terapia. Descansen," dijo, bajando la voz para no despertar a Ned antes de cerrar la puerta y marcharse.
"Era mi maestro, discúlpelo por eso. ¿Qué decía?" Le pregunté a Fury, esperando que no durmiera también el Sr. Harrington.
"Un pueblo fue destruido por lo que bien podría ser otro evento que amenaza al mundo," continuó Fury, antes de ser interrumpido de nuevo.
Toc, toc.
"Bebé, no estás respondiéndome los textos," dijo Betty, en la puerta de la habitación, llamando a Ned.
"Ah, ya se durmió, Betty," le dije suavemente. "¿En serio?" preguntó ella, con una mueca de sorpresa. "Sí," respondí.
"Por eso es tan importante...," comenzó a decir Fury, pero fue interrumpido de nuevo.
Toc, toc.
"Jóvenes, el agua de los canales estaba llena de bacterias peligrosas," anunció el Sr. Dell desde la puerta.
"Si otra persona vuelve a tocar esa puerta, tú y yo iremos a otro funeral," me dijo Fury, mirándome fijamente. "Vístete," ordenó mientras recogía el dispositivo de la mesa y se levantaba.
Me puse mi traje de Spider-Man y salí siguiendo a Fury hasta un muelle en los canales. Tomamos una góndola, con Fury manejando.
La noche estaba fría, o al menos eso diría si no tuviera el traje puesto, ya que tiene calefacción. Miré a mi alrededor, observando los canales de agua y los antiguos edificios europeos que bordeaban el lugar, con luces tenues reflejándose en la superficie.
"Stark dejó esto para ti," escuché decir a Fury mientras sacaba un estuche de gafas marrón. Me lo dio y lo tomé con cuidado. Al abrirlo, vi las icónicas gafas de Tony Stark. Tenía una nota debajo de las gafas que llevaba el logo de Stark Industries. Los observé detenidamente, sintiendo un nudo en la garganta, y luego miré a Fury.
"Qué incierta es la cabeza que lleva la corona," dijo, girándose para mirarme. Escuchar esa frase de la boca de Fury me estremeció, comprendiendo el peso de sus palabras. "Stark dijo que no entenderías porque no es una línea de *Star Wars*, hum," añadió Fury, volviendo a mirar al frente.
Cerré el estuche, sintiéndome abrumado por la responsabilidad que el Sr. Stark me ha dejado como legado.
Llegamos a nuestro destino. Salimos de la góndola y nos adentramos en una serie de túneles.
"Puedes quitarte la máscara, todos aquí te han visto sin ella. Solo fingirías anonimato y respirarías a través de spandex, lo cual sería tonto," comentó Fury mientras entrábamos en lo que parecía ser una guarida secreta, iluminada por luces amarillas.
Tenía razón, así que me quité la máscara. "Haah," suspiré, respirando aire fresco de nuevo. No estaba acostumbrado, pero al mismo tiempo, sí, a respirar a través de la máscara.
"Ven," dijo Fury mientras caminábamos por un subterráneo hecho de ladrillos, lleno de máquinas e instrumentos tecnológicos operados por personal especializado. "Por allá tenemos a María Hill, y él es Dimitri," señaló a una mujer que operaba una computadora y a un hombre silencioso con un rifle en la mano.
Los observé por un momento, memorizando sus rostros. "Y él es el Sr. Beck," dijo, señalando a un hombre, con capa roja con detalles brillantes en azul y un traje verde, que se giró dramáticamente hacia nosotros.
"¿Mysterio?" pregunté, manteniendo la conversación.
"¿Qué?" respondió Beck, confundido.
"No importa. Así es como te dicen mis amigos," le contesté, tratando de seguir el mismo guion de la película.
"Bueno, tú puedes llamarme Quentin," dijo acercándose y estirando la mano para estrechar la mía. "Y hoy hiciste un buen trabajo. Con lo que pasó en esa torre, alguien como tú nos sería útil en mi mundo," añadió, alejándose.
"Lamento decepcionarte, pero ya tengo muchas cosas que hacer. Espera. Perdón, ¿en tu mundo?" pregunté, queriendo llegar al punto de la conversación.
"Ah, el Sr. Beck es de la Tierra, pero no de la tuya," intervino Fury mientras pasaba a mi lado. "Hay múltiples realidades, Peter. Esta es la Tierra de la dimensión 616 y yo soy del 833," aclaró Beck.
Decidido a seguir actuando, me acerqué un poco más. "Perdón, ¿dices que es un multiverso? Creí que solo era una teoría. Digo, esto cambia completamente cómo entendemos la singularidad inicial, hablamos de un sistema de inflación eterna y cómo se relaciona con la cuántica. ¡Qué locura!" dije, mientras notaba cómo Fury y María me miraban como si fuera un raro.
"Disculpen, es que esto es cool," me excusé, volviendo a mirar a Beck.
"No te disculpes por ser el más listo del grupo," respondió Beck, haciendo que Fury y Hill se dieran la vuelta para seguir con lo que estaban haciendo.
"Como sea," dijo Hill, cambiando de tema e iniciando un holograma.
"Nacieron en órbitas estables de agujeros negros, criaturas formadas por los elementos primarios: aire, agua, fuego y tierra. La división de ciencias tenía un nombre técnico, pero nosotros los llamamos Elementales," contó Beck mientras el holograma mostraba a los elementales.
"Hay versiones de ellos en todas nuestras mitologías," dijo Hill mientras los elementales holográficos cambiaban, mostrando antiguos diseños mitológicos. "Resulta que los mitos son reales," respondió Beck.
"Como Thor. Thor era un mito y ahora lo estudiamos en mi clase de física," comenté, tratando de seguir su ritmo.
"Estos mitos son amenazas," intervino Fury. "Se materializaron en mi tierra hace muchos años. Nos movilizamos contra ellos, pero con cada batallón crecían y se fortalecían. Yo fui parte del último batallón que intentó detenerlos. Solo retrasamos lo inevitable," dijo Beck, tratando de sonar trágico.
"Y ahora los Elementales están aquí. Atacan en las mismas coordenadas, nuestros satélites lo confirman," aseguró Hill.
"Agradece al Sr. Beck por destruir a los otros tres. Solo queda uno más: Fuego," dijo Fury mirándome con seriedad. "Es el más fuerte de todos. El que destruyó mi tierra. El que me quitó a mi familia," añadió Beck, girando lentamente el anillo en su dedo anular.
"Vaya..." murmuré, intentando no reirme de Talos por creer estas estupideces, al mismo tiempo, mantener una expresión neutral. Dentro de mí, la incredulidad y la duda se mezclaban, sabiendo que éstos tipos estaban jugando, pero me esforzaba por seguirle el juego.
"Y estará en Praga en 48 horas," añadió Hill. "Tenemos una misión: destruirlo, y tú nos vas a acompañar," dijo Fury, su mirada fija en la mía, haciendo claro que no había opción de rechazar.
"¿Perdón? ¿Dijo Praga? Sr. Fury, todo esto parece muy pesado, ¿no? Cosas de superhéroes más fuertes. Yo solo soy el amigable Spider-Man del vecindario," le respondí, con la esperanza de evitar involucrarme en algo tan grande.
"Por favor, ya fuiste al espacio," me recordó Fury, sin un ápice de simpatía.
"Sí, pero fue un accidente. Tiene que haber alguien más útil. Eh, ¿por qué no Thor?" sugerí, buscando cualquier excusa.
"Está fuera de este mundo," respondió Fury sin dudar.
"Ok, ohm, ¿el Dr. Strange?" intenté de nuevo.
"No está disponible," dijo Hill, cortando otra opción.
"¿La Capitana Marvel?" pregunté, pero Fury respondió de inmediato y con firmeza:
"No invoques su nombre."
"Está bien... Quiero ayudar, pero si mi tía se entera de que dejé mi viaje escolar, me va a matar," le dije, intentando sonar lo más desesperado posible para que me dejara fuera de esto. Aunque, en el fondo, sabía que no funcionaría.
"Ok, te entiendo," respondió Fury, sorprendiéndome con una ligera sonrisa. "Vuelve antes de que lo noten tus maestros y empiecen a sospechar."
"Dimitri, llévalo de vuelta al hotel, por favor," ordenó Fury al hombre silencioso que había estado observando todo desde la distancia.
"Sí," respondió Dimitri con una voz grave.
"Gracias, Sr. Fury. Nos vemos luego," dije despidiéndome, aliviado por salir de esa situación. Me empecé a alejar, pasando al lado de Beck.
"Adiós, chico," dijo Beck, sin mucho entusiasmo.
"Sí, hasta luego," respondí, y me fui con Dimitri, que estaba esperando en la salida. No sin antes dispararle a Beck un rastreador con los lanzadores, sin que nadie se diera cuenta.
Regresé al hotel, siendo escoltado por Dimitri. "Hasta luego," me despedí, tratando de ser cortés. Me di la vuelta y entré al hotel.
Entré a mi habitación compartida con Ned. Estaba oscuro, pero no tanto como para no ver. Pude ver a Ned dormido en su cama, tratando de no despertarlo, me acerqué y le quité el dardo que tenía en el cuello. Me lo había olvidado antes de salir.
Me quité el traje y lo guardé en mi maleta. Me acosté en mi cama, mirando hacia el techo, y entonces recordé las gafas con EDITH, lo único que el Sr. Stark me dejó al morir.
Agarre el estuche de donde estaban las gafas y lo abrí. Allí estaban las gafas ; los saqué y me los puse, mientras me levantaba y caminaba hacia el espejo en la habitación. Me quedaban bien, me gustaban y no creo que los regale. Lo cual tampoco estaba pensando.
Miré la nota con el logo de Stark Industries en dorado y de fondo negro que estaba en el estuche. "Para el nuevo Tony Stark, confío en ti. - EDITH. TS," decía lo que estaba escrito en el reverso de la nota.
Vi cómo iniciaba una interfaz de tecnología avanzada mientras pensaba en qué hacer con esto. "Espere, haciendo escaneo retinal y biométrico," dijo una voz artificial que salía de los lentes, directamente a mis oídos, "Escaneo retinal y biométrico aceptado." mientras en la interfaz aparecía una imagen mía con mi nombre en la parte superior.
"Hola?" llamé a EDITH.
"Hola Peter. Yo soy EDITH, el sistema de realidad aumentada, seguridad y defensa de Tony Stark," respondió EDITH.
"Genial¿Y qué puedes hacer?" le pregunté.
"Tengo acceso a toda la red de seguridad global de Stark, incluyendo varios satélites de defensa, así como a todas las redes de telecomunicaciones importantes," me informó, mientras aparecían varias ventanas mostrando los teléfonos más cercanos y la información de chats y mensajes recientes.
"Guau, esto me ayudará un montón," dije mientras veía las noticias sobre Misterio y el tipo de agua.
"También tienes acceso a todos los protocolos de Tony. EDITH significa 'Estando Difunto Incluso Soy Tu Héroe', a Tony le gustaban los acrónimos," respondió EDITH.
"Sí," respondí, recordando que J.A.R.V.I.S. también era un acrónimo.