—¡Cómo te atreves! —Xu Tingting estaba sorprendida. Luego se escondió detrás de Chen Jun como si fuera muy débil y necesitara protección—. Senior Chen, tienes que ayudarme. Solo estaba diciendo la verdad.
—¿Ayudarte? —Zhu Baoguo sonrió—. No olvides que él es tu senior, no tu perro. ¿Cuánto tiempo y en qué medida puede ayudarte?
Zhu Baoguo odiaba la vista del hombre que tomaba la iniciativa de acercarse a Qiao Nan.
Chen Jun frunció el ceño.
—¿Cómo puedes decir algo así? —Nadie había insultado a Chen Jun de esa manera antes.
—Me corresponde a mí decir lo que quiero. Si estás descontento, puedes señalarlo y podemos resolverlo peleando —Zhu Baoguo miraba fijamente a Chen Jun. Podía decir que Chen Jun no era un cobarde. Este último parecía tener algo de coraje en él.
Sin embargo, Chen Jun se llevaría una gran sorpresa si creía que Xiao Qiao le tomaría cariño con sus esfuerzos de diletante.
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