Cinderella en una jaula dorada (4)

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Lin Qianrou sabía que no debería haber esperado que Xu Wenyang recordara la cena que había programado para esta noche para celebrar su tercer aniversario de bodas. Esa mañana, se despertó con una nota de su esposo diciéndole que planeara su cita para la cena de esta noche, ya que planeaba tomar medio día libre en el trabajo.

Se había sentido feliz y emocionada de que finalmente estaba haciendo tiempo para ella y había reservado un lugar en uno de los restaurantes más elegantes de Shenzhen. Pasó todo el día planeando esto y estaba nerviosa por lo que debía vestir para su cita para la cena.

Su estilista tardó tres horas preparándola antes de conducir al restaurante donde se suponía que se encontraría con su esposo. Un camarero pasó y tomó su pedido. Xu Wenyang debería estar llegando pronto. Se recostó en su asiento y esperó.

Y esperó... hasta que pasó media hora y su esposo aún no había llegado. Un toque de rojo apareció en sus mejillas cuando el camarero volvió a preguntarle si estaba lista para hacer su pedido.

Al final, ordenó una comida que no le interesaba comer. Jugaba con su comida mientras esperaba a Xu Wenyang. Estaba a punto de sacar su teléfono para enviarle un mensaje a su esposo cuando una sombra cayó sobre ella.

Al levantar la cabeza, vio a Li Yuanyi, el hermano mayor de Li Meili. Era el dueño de este restaurante y un buen amigo de su esposo. Llevaba un traje de tres piezas hecho a medida que gritaba riqueza y fortuna. Después de todo, era el Joven Maestro de la familia Li y la familia Li era una de las grandes aquí en Shenzhen.

Li Yuanyi poseía varias cadenas de restaurantes en el país y era uno de los solteros más codiciados de Shenzhen. Realmente era una maravilla por qué todavía no estaba casado ni salía con nadie.

—¿Qian? ¿Todavía estás aquí? Pensé que te habías ido a Guangzhou con tu esposo —tomó asiento frente a ella y pidió un vino caro a uno de los camareros. Ofreció una bebida a Lin Qianrou pero ella rechazó.

—Lo siento, no me está permitido beber —sonrió amargamente. No podía decirle a Li Yuanyi que estaba embarazada, no cuando aún no se lo había dicho a Xu Wenyang—. Pero, ¿a qué te refieres con que debería haber ido a Guangzhou con Wen? —preguntó con curiosidad parpadeando.

Li Yuanyi la miró fijamente durante un momento, tratando de averiguar por qué diablos estaba ella aquí.

—¿Estás aquí porque? —preguntó.

—Estoy aquí para celebrar nuestro aniversario. Estoy esperando a Wen —dijo Lin Qianrou con sinceridad.

Notó que las mandíbulas de Li Yuanyi se endurecían como si supiera algo que ella no sabía.

—¿Te ha llamado? —Ahora, Lin Qianrou estaba segura de que algo estaba pasando.

—No, estaba a punto de verificar con su asistente si siquiera está en la ciudad para encontrarse conmigo —admitió. Continuó jugando con su comida pinchando la carne.

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—Ah, probablemente no quería que te preocuparas por Meng Yanran —dijo Li Yuanyi antes de beberse su trago.

Lin Qianrou inhaló bruscamente y miró con ojos muy abiertos al hombre sentado frente a ella. ¿Qué quiso decir con eso? ¿Por qué de repente mencionó el nombre de su prima?

—Hermano Yuan, por favor dime qué está pasando. ¿Hay algo malo con la Hermana Yan?

Meng Yanran seguía siendo su prima, pasara lo que pasara. Lin Qianrou no tenía el corazón para odiarla o despreciarla, incluso si sabía que Yanran era el gran amor de su esposo.

Lin Qianrou conoció a su esposo en una de las fiestas que su Hermana Yan había organizado. Si no fuera por su Hermana Yan, no lo conocería en esta vida.

Cuando lo vio por primera vez, él le quitó el aliento, y se enamoró de él a primera vista. Sin embargo, a diferencia de otras mujeres, Lin Qianrou sabía que él era alguien a quien no podía tener.

Xu Wenyang estaba decidido a casarse con la rica y sofisticada Meng Yanran, pero de alguna manera en el camino, ella, Lin Qianrou, resultó ser otra Cenicienta que se casó con su Príncipe Encantador después de que su Hermana Yan rechazara la propuesta de matrimonio de Xu Wenyang y se casara con su rico y soltero tío en cambio.

La mayoría de las personas dice que Lin Qianrou tuvo suerte, pero ¿realmente lo era? Si su prima no hubiera rechazado a Xu Wenyang, ¿él incluso se interesaría en ella? La única razón por la que Xu Wenyang mostró interés en ella fue porque ella era considerada como la "Segunda Señorita de la familia Meng" y Meng Yanran había elegido a otro hombre.

—Escuché que hubo un escándalo en Guangzhou. Aparentemente, el tío de Wen, el esposo de Meng Yanran, ha tenido un hijo con otra mujer. Ha sido el tema de conversación últimamente. Los rumores dicen que Meng Yanran quería divorciarse de su esposo por eso —explicó Li Yuanyi.

Entonces cayó en cuenta. Meng Yanran finalmente estaba libre.

Su corazón se apretó dolorosamente en su pecho. ¿Entonces su esposo fue a ver a su Hermana Yan, sabiendo que hoy era su aniversario de bodas?

Lin Qianrou de repente sintió que le era difícil respirar. Era un asunto de la familia Xu y sin embargo, alguien como Li Yuanyi que no era parte de la familia lo sabía y no ella.

Li Meili le había dicho que no sacara conclusiones sin escuchar el lado de Xu Wenyang, pero ¿qué se suponía que debía sentir al saber que él corrió tan rápido como pudo en cuanto se enteró del divorcio de Meng Yanran con su esposo? ¿Qué se suponía que debía sentir cuando su propio esposo la dejó plantada en su cita para la cena y aniversario para ver a otra mujer?

Sus manos se apretaron en puños. Meng Yanran era la mujer con la que Xu Wenyang había querido casarse antes. ¿La quería de vuelta?

—¿Estás bien? —preguntó Li Yuanyi, notando su inusual silencio.

—Sí, estoy bien... solo un poco impactada por la noticia —respondió.