Morava tomó una profunda respiración. Giró su rostro hacia Felis y miró dentro de sus ojos
—Además de eso tienes que ayudarme a conquistar Pegasii y matar a Lusitania y a mi padre.
Felis era un lobo demonio y el más cruel de todo Araniea, pero sus cejas se elevaron hasta el techo por la pura sorpresa. La evaluó por un momento y cuando recuperó el control de su ingenio, preguntó
—¿Pero por qué querrías matar a tu padre? Te quedarás en el Reino de Hydra por el resto de tu vida porque estás emparejada con los diez Alfas. Ellos no te permitirán ir a ningún lado.
Ella hundió su lengua en su mejilla. Giró su cuerpo hacia él y apoyó su cabeza con su brazo levantado. Dijo
—Estoy segura que a ellos les encantaría gobernar Pegasii conmigo, ¿no es así?
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