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El destino de Mai Kujaku

Ishizu se sentó en la zona VIP y bebió algo de vino.

Finalmente el torneo había iniciado y estaba aquí para ver y animar a su Master.

Una chispa de vergüenza la golpeó.

Se había desmayado por un creampie y dejó insatisfecho a Ethan, se prometió a si misma no volver a fallarle.

Por ahora tocaba apoyar a Ethan el cuál se enfrentaría a Mai.

Una sonrisa se formó en sus labios.

La reputación de Mai era mala, sus duelos en Duelist Kingdom se habían expandido por el mundo sumado a su vestimenta generaron rumores desagradables.

Desde tramposa hasta una puta que dormía con hombres para tener una ventaja o escalar más alto.

Mai aparentaba que estos comentarios no la afectaban pero lo cierto es que si lo hacían.

Y no tenía un soporte para apoyarse al nivel emocional, él hombre que amaba o mejor dicho niño era un idiota que no se daba cuenta del daño que le hacía al decir sus idioteces.

El público ánimo.

Ethan subió con una sonrisa confiada y sus ojos reflejaron seguridad.

Ella lo animó y aplaudió su nombre con vigor.

Mai subio a la arena, los hombres la animaron y las mujeres la abucharon y le lanzaron insultos.

Ishizu observó con deleite la situación, pronto su Master tendría una nueva perra que le serviría.

El duelo inició y Mai preparó su campo con sus Harpie's y lista para ganar.

Cosa que no ocurrió, Ethan fue por un OTK que le otorgó la victoria contra Mai.

Mai cayó de rodillas al suelo con la sorpresa escrita en su rostro.

Mientras la gente aclamaba a Ethan, Mai se retiró en silencio.

XXX

Mai remojo su cara en agua y miró su reflejo en el espejo, el agua enmascarada sus lágrimas y sollozo en silencio.

Otra derrota.

Y está vez fue la primera en quedar fuera.

La puerta del baño se abrió y Mai apresurada apresuradamente se mojo el rostro.

-¿Mai?-.

Girandose vio a Ishizu que la miraba con curiosidad.

La recordaba. Ella era la hermana de aquel bastardo.

-... Ishizu-.

-¿Qué haces aquí?-, Ishizu se acercó y sacó un pañuelo para limpiar el rostro de Mai.

-No te importa, estoy bien-.

Mai quiso alejarse pero Ishizu colocó su mano en su mejilla y la miró a los ojos.

-Me importa Mai, Marik te hizo tanto mal, y quiero compensarlo... Te lo ruego Mai, déjame ayudarte-.

La voz de Ishizu sonaba tranquila y amable.

Mai nunca tuvo a alguien con quién hablar, ni en quien confiar hasta que llegaron Yugi y sus amigos.

Pero alguien tan orgullosa como ella tampoco compartió sus problemas.

Ahora en un estado vulnerable no pudo evitar llorar.

-¡Soy una perdedora!, ¡La gente me acusa de trampa o puta!, ¡Ya no aguanto, todo el mundo me mira como basura y me insulta!, ¡Katsuya es un imbécil! ¡Yo... Ya no se que hacer!-.

-Ya veo... Déjame decirte algo, tal vez no pueda ayudarte con la gente, pero puedo ayudarte a levantar el ánimo-.

Ishizu abrazo a Mai por el cuello y sonrió con picardia.

Mai se sintió incomoda, ella no era virgen, pero le gustaban los chicos.

-A-apreció la oferta pero, yo no...-.

-Ufufu, no me refería a mí. Conozco a un hombre que cambiará tú vida-.

Mai se confundió por sus palabras, Ishizu parecía segura de su comentario, -¿Qué quieres decir?-.

-Sexo, despejar tú mente y soltar tu dolor, miedo, inseguridades y las ilusiones. Si vienes conmigo te prometo que tu vida jamás volvera a ser igual-, la voz de Ishizu fue un dulce que llamó la atención de Mai.

-S-suenas muy segura-.

-Te lo prometo Mai, él es un hombre que te cambiará la vida de una manera en la que Katsuya jamás podría-, aseguró Ishizu con una sonrisa.

-¿Solo por sexo?-, Mai se encontraba un tanto tentada, después de todo hace un tiempo que no tenía sexo y ciertamente estaba estresada.

Ishizu sonrió, -Si. ¿Qué me dices, Mai?, solamente quiero ayudarte-.

-De acuerdo, pero solamente será una vez-.

Ishizu sonrió y trató de no reír, Mai no lo sabía pero había vendido su destino.

XXX

Ishizu abrió la puerta y permitió a Mai entrar.

La Kujaku observó el lugar, era lujoso y era un penhouse.

-Este lugar debe de valer una pequeña fortuna-, murmuró Mai.

Ishizu cerró la puerta, -¡Ya regrese!-.

-Supongo que está aquí-, murmuró Mai.

Una puerta se abrió y Mai se congelo ante la vista.

Ethan salió del baño y se secaba la cabeza, estaba desnudo y Mai vio sus músculos, gotas de agua deslizándose por sus abdominales, sus ojos morados las siguieron y tragó saliva cuándo vio su pene y sus bolas.

Eran por mucho lo más grandes que había visto.

Una parte de ella se alegro haber aceptado venir, mientras otra estaba asustada. Temía no ser capaz de volver a complacerse con otro pene nunca más.

Cuándo Ethan se quitó la toalla Mai se congeló.

-¿Ethan Cross?-.

-Oh, ¿Mai?, supongo-, dijo Ethan sin darle importancia a Mai.

-Si, ella vino para tener sexo contigo-, dijo Ishizu señalando Mai.

-Oh, ¿Entonces esta puta japonesa quiere sexo?, que sorpresa-, Ethan sonrió con diversión.

-¿Disculpa?-, Mai frunció el ceño mientras miraba a Ethan, -¿¡Quién demonios...!?-.

-Cierra la puta boca, nadie te dio permiso de alzarme la voz-.

Mai se sorprendió a sí misma al cerrar la boca, por algún motivo se sintió pequeña frente a Ethan.

Ishizu sonrió, -'Parece que alguien sabe su lugar'-.

Ishizu se empezó a quitar la ropa quedando en ropa interior, con entusiasmo se acercó a su amado y empezó a besarlo, agarró su pene y empezó a frotarlo suavemente.

Mai se quedó congelada, en parte por la sorpresa de hace un momento y también de lo rápido que la Ishtar se abalanzó sobre Ethan.

-No sientas vergüenza Mai, esto es perfectamente narutal-, dijo Ishizu con una sonrisa.

-¿Natural?-, Mai se sintió perdida por el comentario de la mujer frente a ella.

-Una puta asiática que reconoce su lugar-, dijo Ishizu mientras se quitaba su sostén y sus bragas.

Ishizu se dió vuelta para quedar de frente a Mai y gimió cuándo Ethan la envolvió con su brazo para apretar uno de sus pechos.

-Igualmente se que mi lugar es estar de rodillas y lamer sus pies, servirlo y amarlo con todo mí corazón-.

-¡Es una estupidez!-.

-¡Suficiente!, ven aquí y arrodillate-.

-'Esto es estúpido, tengo que irme'-, las piernas de Mai temblaron cuándo dio un paso al frente, -'Entonces, ¿Por qué estoy emocionada?'-.

Mai acabó arrodillada frente a Ethan e Ishizu la imitó arrodillandose a su lado.

-Mai, estoy feliz de que aceptes tú lugar. A partir de ahora seremos hermanas-.

-¿Hermanas?-, Mai no miró a Ishizu, su vista estaba centrada en el pene de Ethan que poco a poco empezaba a despertar.

-Nosotras no seremos sus únicas amantes, alguien como el merece más, mucho más. Hermosas mujeres que den a luz a sus hijos, mujeres que esten dispuestas a atenderlo todo el tiempo-.

"Yo no acepte esto", era lo que Mai quería decir, pero no fue capaz de decirlo.

-No te preocupes Mai-, dijo Ishizu mientras le daba una lamida al pene de Ethan, -Nunca más vas a estar sola. A partir de ahora, somos hermas-.

Ishizu terminó de hablar para poder empezar a chupar el pene de Ethan.

-¿Qué es lo que esperas puta?, ponte a trabajar-, ordenó Ethan a Mai.

La rubia tragó saliva mientras se quitaba la chaqueta y luego su corset.

Ishizu se apartó y dejó que Mai se acerque.

Mai cerro los ojos y beso el pene de Ethan antes de lamerlo por el lado.

Ishizu sonrió y se colocó al frente de Mai y empezó a lamer el otro lado del pene de Ethan.

Ethan gimió mientras agarraba las cabezas de ambas chicas y empezó a sacudir sus caderas.

-Eso es, ambas hacen un trabajo decente-.

Las palabras de Ethan le dieron un golpe en el orgullo a Mai.

Entonces apartó a Ishizu y empezó a chuparle el pene a Ethan.

Ishizu se relamio los labios, había algo exitante en que otra mujer atendiera a Ethan, pero ella no se quería atrás.

Ishizu se movió atrás de Ethan.

-Utilisa para algo esas tetas-, Ethan le gruñó a Mai.

Ella sostuvo sus tetas y envolvió el pene de Ethan con ellas, se tomó un momento para mirar maravillada su peneque sobresalía entre sus pechos. Entonces Mai empezó a usas sus tetas para mastercard a Ethan mientras también chupaba su glande.

Ishizu tomó las caderas de Ethan y las separó. Su vista cayó en su ano y entonces se acercó y lo besó y luego metió su lengua.

Ethan gruñó de placer mientras era atendido por 2 hermosas mujeres.

Ishizu se aferró la pierna de Ethan y con una mano empezó a masturbarse.

Ethan agarró el cabello de Mai y la apartó, -Ya me aburrí, vamos por el plato fuerte-.

Mai se paró y Ethan se burló.

-¿Quién te dio permiso de pararte?, de rodillas y sigueme-.

Ethan la soltó y se dirigió a su habitación.

Ishizu se paró y lo siguió mientras que Mai gateo hasta la habitación.

Ethan se recostó en la cama con su erección parada orgullosamente.

Ishizu se inclino y le dio un par de palmadas a Mai para que finalmente se pare.

-Ve y conviértete en su mujer-.

Mai empezó a quitarse lo último de su ropa.

Ishizu se recostó al lado de Ethan y beso su cuello, su mano recorrió sus abdominales y finalmente empezó a lamer uno de loa pezones del hombre que amaba.

Mai se subió a la cama, escupió en su mano y frotó su vagina en un intento de lubricarla.

Pero se dio cuenta que estaba muy mojada, así que se colocó sobre el miembro de Ethan.

Ishizu sonrió mientras Mai sujetaba el pene de Ethan y se deslizó sobre el.

-¡Oh!, ¡Mierda, es muy grande!-.

Mai jadeó mientras se apoyaba sobre Ethan.

-Por supuesto, soy más hombre que cualquiera en este país-, se burlo Ethan.

-Del mundo, nadie es siquiera la mitad de hombre que el Master. Se agradecida Mai, agradecele a Ethan Cross por darte la oportunidad de ser parte de sus mujeres-, se burlo Ishizu.

-Gra-gracias Ethan-.

Ishizu se puso detrás de Mai y sujeto sus hombros.

-Es Master, puta-.

Ishizu forzó a Mai a bajar y el pene de Ethan la atravesó por el útero y deformo su estómago.

Mai se corrió y su mente se quedó en blanco por un segundo.

Había sido la primera vez en su vida que se corrió tan fuerte.

Ishizu se apartó con sonrisa Mai, que empezó a mover sus caderas, fue suave no podía moverse correctamente al no está acostumbrada pero había algo dentro suyo que quería complacer a Ethan.

-Uff, uhhh, Eth... Master, sea paciente es muy grande-, pidio Mai.

Ethan sujeto las caderas de Mai y levantó sus caderas, -¿Quién te dio permiso de pedirme algo?-.

-Si, es un pensamiento muy arrogante pedirle algo como así a Master-, Ishizu agarró uno de sus pecho y lo llevó a la altura de su rostro y lo empezó a chupar el pezón y empezó a Masturbarse.

Mai apoyo las manos en la cama ‐¡Ah! ¡Ahhhg!, ¡Lo siento Master!, ¡Disculpe mi estupidez!, ¡Disfrute a su puta japonesa!-.

-¡Entonces aprieta con fuerza!-.

Mai se inclino y besó a Ethan, mientras se aseguraba de apretar tan fuerte como podía.

Para Ethan Mai era apretada y ahora que ponía toda sus fuerzas en apretarlo sintió la presión.

Mai jadeó cuándo se separó y sintió a Ethan morder su cuello.

-¡Oh!, ¡Me estás marcando!-, jadeó Mai cuándo se dio cuenta.

Mai sacudió sus caderas mientras abrazaba a Ethan, para este punto ella ya se había venido al menos 3 veces.

-¡Te amo!, ¡Te amo!, ¡Hazme tú mujer!-, gritó Mai.

-¡Ja!, ¡Te falta mucho para eso!, ¡Lo único que me mereces es ser mi condon para descargar mí semen!-.

-¡Oh!, ¡Entonces me esforzaré por ser tú mujer!-, Mai no perdió la esperanza y se prometió que se esforzaria para ser digna de ser su mujer.

-¡Entonces empieza ahora!-, Ethan la sujeto con fuerza mientras se venía dentro de ella.

Mai jadeó mientras se detenía, Ethan bombardeo su útero con su semilla hasta el punto de desbordarse.

Era caliente, abundante y espeso. De lejos más que cualquier hombre con el que había tenido sexo.

-'Cierto, él es superior'-.

Mai se recostó sobre Ethan y escuchó su resoplido burlon.

-Ustedes no son capaces de aguantar nada-.

Ethan la empujó a un lado, Mai se recostó a su lado y cerro sus piernas tratando de guardar tanto semen como pudiera.

-Es normal. Las mujeres japonesas tienen que contentarse con hombres débiles-, Ishizu se arrastró y le dio una larga lamida al pene de Ethan, saboreo el semen de Ethan y Mai, -Ella no está acostumbrada a verdaderos hombrea-.

-S-si, me esforzaré para ser una mujer digna de tú atención-, prometió Mai.

-No te preocupes, estás destina a eso-, dijo Ishizu mientras miraba con burla a Mai.

-Menos charla y más acción-, dijo Ethan tomando la cabeza de Ishizu y forzarla a darle una mamada.

Mai se acercó a Ethan y empezó a besarlo.

-Glukk-, Ishizu empezó a moverse por cuenta propia mientras se aseguraba de limpiar a Ethan lo mejor que podía.

Luego se separó y besó la punta antes de empezar a lamer las bolas de Ethan.

Mai frotó su mano en el pecho de Ethan y paso por su estómago y llegó hasta su pene y empezó a masturbarlo.

-Master lo amo-, dijo Mai mientras se apretaba contra Ethan.

Ishizu se apartó, se acomodo al lado de Ethan, tomó suavemente el rostro de Mai y empezó a besarla.

Se aseguró de darle un espectáculo babeante para Ethan, las lenguas de ambas mujeres se enrosco en aire, se frotaron la una con la otra y Ishizu se separó y escupió en la boca de Mai que saboreo la saliva.

-Buena chica-, dijo con una sonrisa, -No está mal para una puta japonesa-.

Mai sonrió, -Lo mismo digo. Lo hiciste decentemente para una perra egipcia.

Ambas mujeres se sonrieron y se recostaron sobre Ethan, una pequeña chispa de rivalidad había nacido entre ellas.