Rosina vio de reojo que Felissa era arrastrada por Fabio lejos de la multitud. Sentía que su amiga estaba en problemas, pero no podía alejarse y seguirlas ya que parecería sospechoso.
—¿Pasa algo malo? —preguntó Draco cuando notó la expresión preocupada de Rosina.
—Hmm, parece que nuestras reglas no son tomadas en serio por otros, y aún quieren hacer matrimonios políticos —declaró Rosina y levantó una ceja. Esperaba que algo así sucediera. Después de todo, era más difícil para algunos lobos adaptarse.
—¡Jaja! Ni siquiera me sorprende —se rió Draco con diversión. Lo tomó a la ligera ya que no quería entrometerse en los planes y decisiones de Rosina respecto al Evento de Apareamiento. Todo lo que necesitaba hacer era apoyarla desde un costado —Entonces, ¿conoces a varios de ellos? —preguntó.
—Creo que tus rápidas habilidades de observación han captado algo —dijo Rosina con una sonrisa, ya que siempre se asombraba de la rapidez con que Draco captaba lo que estaba sucediendo.
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