Una hora más tarde, Liang Xuan salió de la Corporación Jiaren e inmediatamente hizo una llamada telefónica.
—Joven Maestro Fucha, aquella a la que has puesto el ojo parece bastante difícil de conquistar, un poco impermeable a la persuasión —dijo—. Pero estate tranquilo, naturalmente tengo mis métodos. Tarde o temprano, me aseguraré de que logres ganártela.
Los labios de Liang Xuan se curvaron en una sonrisa seductora mientras exudaba confianza.
De hecho, había sido este Joven Maestro Fucha quien había encargado a Liang Xuan acercarse intencionalmente a Han Jingting e intentar mediar entre ellos.
Lo asombroso era que el Joven Maestro Fucha inicialmente solo había visto un artículo sobre Han Jingting, la Presidenta de la Corporación Jiaren, en una revista de negocios.
¡Tan solo por la fotografía de ese artículo, el Joven Maestro Fucha había sentido atracción por Han Jingting!
Incluso Liang Xuan encontró esto algo increíble.
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