—Asegúrate de no fallar esta vez, Mack, cuento contigo. Dale la bebida —dijo Kate con calma en los pasillos mientras le pasaba una pequeña bolsa a él y Mack la tomó. Nari, que había estado de pie en la entrada del salón de baile vigilando a los transeúntes, miraba fijamente a su madre.
Estaban siendo tan cuidadosos de no ser atrapados por nadie. Si todo sale según lo planeado, Anna sería expulsada de la mansión Declan de forma permanente.
Al mismo tiempo, dos chicas aparecían por la puerta, ambas con máscaras mientras se apresuraban a salir del salón de baile. —¿Lo conseguiste? No quiero que nada salga mal —la de pelo rojo dijo en tono apagado mientras se alejaban, sus tacones hacían clic contra el suelo. Elizabeth giró la cabeza solo para ver a tres personas enmascaradas también de pie en los pasillos.
Apoie seus autores e tradutores favoritos em webnovel.com