Capítulo 8

Sin dudas lo que dijo Fred me sorprendió, ya que no entiendo como él sabía eso, aunque agradezco que lo supiera, sino ya estuviera muerta y tal vez ellos igual. El Hombre Sombra desaparecido después de que se encendió la luz, al parecer no puede estar donde hay mucha iluminación.

—Fred, ¿cómo sabías que lo de la luz y la vela funcionaría? —le pregunté ya poniéndome de pie, aunque aún seguía algo mareada.

—Bueno Malia no sé los había contado, porque no pensé que sucedería nada, pero cuando vi que esa cosa apareció, vi que lo que había investigado podría ayudarnos—explicó mientras caminaba por la habitación—Cuando nos contaste eso anoche no me dio buena espina. Por eso no quería participar. Pero, por ti lo hice y ya que lo haría decidí investigar un poco más—dijo e hizo una pausa por un momento.

«Después de que termine de hablar con ustedes anoche me metí en internet y busque más sobre Shadow Man, me encontré testimonios de personas que decían haberse visto cara a cara con él después de hacer el ritual como nosotros, pero también había personas que solo decían que era un cuento para asustar o una simple leyenda urbana. Di con una página donde se decía que hacer en caso de negarse a darle lo que te pide, que este caso nosotros sabemos que lo que quería eran nuestras sombras. Ahí estaba lo de apagar la última vela y después encender la luz lo más rápido posible y esté se iría.» Terminó de explicar Fred para posteriormente sentarse en una esquina de la cama.

—Bueno, entonces tío, debemos de agradecerte que seas un empollón, incluso para estas cosas—dijo Mike para intentar ya romper por completo la tensión que aún había.

—Si Fred, muchas gracias, sin ti no sé lo que nos hubiera pasado—agregó Brin ya sonriente.

—Bueno, ya mejor nos intentamos olvidar de esta amarga experiencia, que creo será lo mejor—dije yo para intentar ya dejar ese tema, que la verdad era mejor olvidarlo lo más rápido posible. Aunque, estoy segura de que no lo haría.

—Tienes razón Mali, qué tal si vemos una película—sugirió Mike ya con su humor y personalidad de siempre.

—Si hagamos eso, al final esto es una pijamada—dijo Fred y Brin lo apoyó, así que bajamos a la sala a ver una película.

Después de discutir un rato sobre qué película ver, vimos Avengers: Infinity War, la cual estábamos aburridos de ver, pero todos amábamos esas películas.

Cuando se acabó la película era como la una de la mañana y todos teníamos sueño, por lo que fuimos a dormir. Mi mamá y mi papá aún no regresaban por lo que supuse que tal vez estaban aprovechando para pasar un tiempo solos y yo ya tenía 17 por lo que quedarme sola unas horas no me haría nada.

Ya en la habitación nos acomodamos los cuatro en la cama como pudimos y nos quedamos dormidos. Después de un rato comencé a sentir frío y aún medio dormida, empecé a mover la mano y encontré la cobija, así que me volví a tapar. Pensé que alguno de los chicos había tirado la cobija y me había destapado.

Intenté seguir durmiendo. Pero, volvieron a destapar de nuevo, lo que está vez la cobija fue como jalada desde el extremo de la cama, que daba hacia la parte de los pies. Por lo que no podían ser los chicos, mire en esa dirección y no sé veía mucho por qué solo estaba encendida la lámpara de mi mesita, ya que no me gustaba dormir a oscuras. Se veía todo normal y entonces algo puso sus manos en el borde de la cama y después comenzó a subir. Era el cadáver de mi hermana, este estaba como la sombra la mostró al final. Su cuerpo estaba a medio descomponer y le faltaba piel en su rostro y cuerpo. Comenzó a acercarse rápidamente así mí y ya estaba a punto de llegar frente a mí cara.

Cerré los ojos tan fuerte como pude, ya que supuse que esto podía ser una pesadilla y yo aún seguía dormida. Cuando los volví, abrir no había nada, todo estaba normal, hasta que se escuchó algo.

—Pensaste que se librarían de mí tan fácil, yo aún sigo aquí—dijo la voz que ya me había helado la sangre hoy y ahora volvía hacerlo.

La Sombra estaba frente a la cama y me miraba con sus brillantes ojos...