Al siguiente segundo, justo cuando Greg Jensen estaba a punto de retirarse, Wren Webb balbuceó una frase aparentemente irrelevante, pareciendo avergonzado y muy parecido a un niño que había hecho algo malo.
—Señor Webb, ¡no hay necesidad de sutilezas entre nosotros! ¡Diga lo que tenga que decir directamente! —dijo Greg Jensen.
—Yo... Solo me di cuenta anoche que el acuerdo sobre las acciones que firmó conmigo ha... ¡ha desaparecido de nuevo! —balbuceó Wren Webb.
—He buscado por todas partes donde pude, pero no importa qué, ¡no lo encuentro! ¡Sospecho que alguien ha robado el acuerdo otra vez! —suspiró profundamente Wren Webb, mostrando una gran impotencia.
Honestamente, nunca había soñado que el recién adquirido acuerdo sobre las acciones desaparecería nuevamente en el aire.
Él había colocado el objeto de manera segura en una caja fuerte que nadie podía abrir sin la contraseña, una contraseña que nadie además de él conocía.
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