Déjame contarte un secreto

Sin embargo, no esperaba que el chico bajito se quedara ahí parado y mirara a Xue Xi con los ojos brillantes.

Gu Yunqing frunció el ceño.

Xue Xi era atractiva. Cualquier chico probablemente se interesaría por ella. Sus ojos centellearon mientras decía en voz baja: "¿No dijiste que la presidenta vendría hoy? ¿Qué te pasa que la dejaste quedarse aquí? Date prisa y ataca. Ella tiene habilidades".

Gu Yunqing se frotó la muñeca adolorida.—Tírala al piso 18. De lo contrario, ¡la presidenta pensará que nuestro club es un desastre!

"Tienes razón." De repente dijo el chico bajito.—¡Nuestro club nunca ha sido tan sucio!

Gu Yunqing suspiró aliviada. Casi pensó que él no podría hacerle nada a la cara de Xue Xi.

Sin embargo, al momento siguiente, se giró para mirar atentamente a Xue Xi.—Presidenta, nuestro club normalmente es muy bueno. Este es el piso 19 y nadie ha subido aquí. ¡Probablemente todos piensan que esto es el techo!

Gu Yunqing: "¿?"