¿¡Cómo me atrevería?!

Mientras todos los demás todavía estaban en un estado de confusión, Xue Xi asintió lentamente. —…Mhm, sí.

La boca de Zhou Zhou se abrió de asombro.

Tuvo un súbito momento de iluminación. No era de extrañar que la Hermana Xi le hubiera dicho que era incapaz de señalar su problema y solo podía mostrárselo tocando. Resulta que ella nunca había aprendido a tocar el piano antes y por lo tanto no tenía ni idea sobre los términos técnicos correctos para el piano!

Se tragó saliva y dijo, —En-Entonces, ¿por qué puedes tocar el piano?

Xue Xi:

—…Lo aprendí por mi cuenta.

"…"

Él era conocido como un maestro en el piano, pero eso era el resultado de poner su sangre, sudor y lágrimas en practicar más de diez horas todos los días al menos para alcanzar su actual estatura entre los pianistas. Esto a pesar de sus talentos.

Sin embargo, en comparación con la Hermana Xi… ¿cómo diablos puedo yo compararme con la Hermana Xi?!