SECRETOS ADOLESCENTES

El sol ardiente descendía sobre el pequeño pueblo cuando Pamela bajó del autobús frente al imponente portón del internado mixto. Con su mochila repleta de libros, observó a su alrededor con cautela, sintiendo el peso de la incertidumbre en sus hombros. Era la primera vez que Pamela estaría en un colegio mixto, y la idea de estar rodeada de chicos la inquietaba.

Ingresó al campus con pasos inciertos, ignorando las miradas curiosas que la rodeaban. Se sintió fuera de lugar entre la algarabía de los estudiantes que parecían conocerse desde siempre. Mientras otros se agolpaban en grupos, riendo y charlando, ella buscaba refugio en la serenidad de su mundo literario.

Encontró un rincón tranquilo en la biblioteca y se sumergió entre las estanterías, dejando que el olor a libros viejos calmara sus nervios. Allí, entre las páginas desgastadas, encontraba consuelo y compañía en los personajes de sus novelas favoritas.

Ajena al bullicio del exterior, se sumergió en una historia fascinante, donde los problemas del mundo real quedaban suspendidos por un instante. La lectura era su refugio, su escape, su pasión.

Mientras tanto, en las aulas y patios del internado, la vida continuaba su curso. Pero para Pamela, ese primer día estaba marcado por el descubrimiento de un mundo nuevo, donde los libros serían su guía en un mar de desconocidos.