Lin Nuannuan se dio la vuelta y miró a un hombre que le resultaba algo familiar.
El hombre llevaba un traje negro, su cabello estaba peinado hacia atrás de forma pulcra, y lucía gafas con montura dorada.
Ella lo miró durante largo rato pero no lo reconoció.
—Definitivamente tienes un don para olvidar a las personas que te han ayudado —bromeó el hombre, con un dejo de autodesprecio en su tono.
—¿Entonces tú eres? —preguntó Lin Nuannuan.
—Huo Xu —respondió el hombre.
—Ah, no recuerdo.
—¿Entonces mi primer beso fue desperdiciado en un perro, eh? —Huo Xu alzó las cejas.
La cara de Lin Nuannuan cambió visiblemente.
Su Yin también se sorprendió.
¿Cómo pasaron de las presentaciones a los primeros besos?
Realmente pensó que Lin Nuannuan no conocía al hombre que tenían enfrente, observando la expresión desinteresada de Lin Nuannuan.
Pero ahora...
¿Qué estaba pasando?!
—No sé de qué estás hablando —dijo Lin Nuannuan, agarrando a Su Yin y alejándose.
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