Un Desastre

Su visión borrosa gradualmente se volvió clara. El hombre barbudo quería levantarse, pero el hombre le pisó el hombro y lo lanzó de nuevo al suelo.

—¡Tú, por qué eres tú! Tú... ¿De dónde saliste? —De repente se dio cuenta de que el hombre de la media máscara era aquel por el que habían tendido una emboscada, pero no lograron capturar.

¿Pero no se había marchado en su caballo hace ya mucho tiempo?

¿Por qué apareció de repente frente a él?

—Tú eras uno de esas personas de ahora mismo, ¿verdad? —dijo Chen Shu Ju—. Si el hombre barbudo no lo hubiera visto justo ahora, no habría mostrado tal expresión de sorpresa y dicho tal cosa.

—¡Quién, quién sabe quién eres! Si sabes lo que te conviene, ¡déjame levantarme inmediatamente! —El hombre barbudo negó inmediatamente y hasta dijo algunas palabras duras. Sin embargo, el temblor en su voz revelaba que no estaba seguro de sí mismo.

—Responde a mi pregunta —dijo Gu Ying sin querer hablar tonterías con él y lanzó la pregunta directa.