Vamos a atacar juntos

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En realidad, no querían reírse. Sin embargo, las palabras de Lu Ming realmente les hicieron imposible contenerse.

Especialmente Ming Feng, se rió hasta que las lágrimas le salieron.

Incluso los otros discípulos de la Escuela de la Espada de las Diez Direcciones no pudieron evitar reír.

La cara de Wu kui se volvió del color del hígado de un cerdo y sus ojos se pusieron rojos. Estaba tan enfurecido que todo su cuerpo temblaba. —¡Bastardo, muere! —gritó.

¡BOOM!

Wu kui lanzó un puñetazo a Lu Ming. La fuerza de su puño se condensó en una montaña y era extremadamente poderosa.

Lu Ming se burló. No retrocedió y lanzó un puñetazo también.

¡Bang!

El puño de Lu Ming se estrelló contra la montaña que Wu kui había enviado. Se desplegó una escena impactante. La montaña retumbó y explotó bajo el puño de Lu Ming.

¡Bang Bang Bang!

Wu kui retrocedió de siete a ocho pasos y su puño temblaba sin parar.

Las personas de alrededor tomaron aire.