Una mujer persistente
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Silvia desenvainó su arma y estaba a punto de usar su habilidad cuando los cuatro Conejos Cornudos la atacaron de repente y la tomaron completamente por sorpresa.
—10
—17 ¡Golpe Crítico!
—10
—15 ¡Golpe Crítico!
Silvia estaba sorprendida de que los Conejos Cornudos fueran más rápidos que los normales. Y también más grandes. Tenían una altura hasta la rodilla, y sus grandes dientes incisivos eran más afilados de lo que parecían.
Además, dos de los conejos lograron rodearla y atacaron su espalda, consiguiendo Golpes Críticos a cambio.
Silvia inmediatamente dio un paso atrás, creando distancia entre los conejos y ella. Estaba a punto de consumir sus pociones cuando los Conejos Cornudos atacaron de nuevo.
—10
—9
—9
—7
Silvia estaba aturdida y no se esperaba que no tuviera la oportunidad de atacar antes de que su barra de PV parpadeara en rojo y se vaciara rápidamente.
<¡Has MUERTO!>
Y cuando volvió en sí, no era más que un espectro encima de su cuerpo que yacía en el suelo duro y frío, lo cual le pareció extraño.
Había una notificación en su pantalla que decía que tenía que pagar la penalización por muerte con ATP, ya que su EXP era insuficiente.
La notificación no desaparecía de su pantalla y no había salida. No tenía más opción que pagar la penalización por muerte.
Apretando los dientes, Silvia pagó –5 puntos de ATP de su PM, FUER, INT, un total de 500 EXP que de otro modo habría obtenido como recompensa si hubiera derrotado a los Conejos Cornudos.
Después de lo cual, su cuerpo estalló en partículas y Silvia se encontró de nuevo en la entrada del Pueblo Euclid cerca del Cristal de Teletransporte/Guardado.
El corazón de Silvia estaba pesado. ¡Esos eran 5 puntos de ATP!
¡5!
¡Un número tan minúsculo, pero tenía un gran impacto en el juego!
Su ventaja sobre los demás ahora estaba reducida y no podía dormir sabiendo que había perdido 5 de sus preciados ATP.
Pero a pesar de su frustración, había una pizca de sonrisa en los labios de Silvia.
Fue su culpa por subestimar a los Conejos Cornudos.
Esta vez, no cometería el mismo error dos veces.
Le faltaba información sobre el grupo de Conejos Cornudos y el [Chat Mundial] no proporcionaba ninguna información tampoco, excepto que eran fuertes o que muchos jugadores fueron asesinados al intentar matar a esas bestias. Después de sufrir una tremenda pérdida de ATP, abandonaron por completo el grupo de conejos cornudos después de un solo intento.
Pero Silvia era diferente. Cuanto más sufría una derrota, más motivada se volvía.
No pararía hasta conseguir lo que quería.
Y sus ojos estaban fijos en ese grupo de Conejos Cornudos.
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Con el dinero de sus padres, Silvia adquirió información sobre el juego. No mucho, pero aún útil que la información y guía limitadas que los desarrolladores publicaron en su página web.
Se suponía que había un objeto que le permitiría ver las estadísticas de las bestias y monstruos con los que se encontraba.
Por su confianza, cometió el error de no verificar la información de sus enemigos. Un error de novata que podría haberse evitado si no hubiera subestimado a su enemigo.
No volverá a suceder —pensó Silvia.
Fue a la tienda y compró [Monóculo x1].
En el mundo real, Silvia no tenía que revisar los precios de lo que compraba. Pero aquí, se aseguró de hacerlo para evitar que su Gil se agotase sin darse cuenta.
No estaba acostumbrada, pero se sentía bien por una vez. Siempre se bienvenía el desafío —pensó Silvia para sí misma antes de volver al lugar donde estaba el grupo de Conejos Cornudos.
Silvia no sabía qué había pasado allí y por qué murió antes de tener la oportunidad de atacar, pero estaba decidida a averiguarlo, incluso al costo de otra muerte y penalización de EXP. Se tenían que hacer sacrificios para su avance.
En este momento, todo en lo que Silvia pensaba era en derrotar al grupo de Conejos Cornudos y nada más. Incluso Pamela había salido de su mente.
Silvia se acercó a los conejos con pasos cuidadosos aunque las bestias escucharon su paso y ruidos estridentes escaparon de sus bocas abiertas. Una vez más, la rodearon y los cuatro animales la atacaron por todos los lados en el momento en que Silvia presionó <COMBATIENDO>. Esta vez, Silvia estaba preparada y anticipó sus ataques.
Se lanzó a un lado y evitó un [Mordisco] de las bocas de los Conejos.
—Fallado.
—Fallado.
—Fallado.
—Fallado.
Silvia sonrió ante las palabras que parpadeaban en su vista. Siempre que conocía el patrón de sus ataques, podía evitarlos fácilmente con su AGI.
Sin embargo, su sonrisa desapareció de su rostro cuando los conejos golpearon su gran pie contra el suelo en un parpadeo y saltaron hacia ella fácilmente con sus dientes incisivos bien visibles.
Como Silvia todavía estaba en el aire, no pudo evitar los ataques de los conejos y su barra de PV parpadeó en rojo en alarma.
—19 ¡Golpe Crítico!
—15 ¡Golpe Crítico!
—17 ¡Golpe Crítico!
—16 ¡Golpe Crítico!
Cuando los conejos se detuvieron por un segundo, Silvia usó su [Monóculo] en lugar de atacarlos.
[Usado Monóculo x1
Número restante de Monóculo: 0]
‖ H O R D A S D E
C O N E J O S C O R N U D O S ‖
Ubicación: Bosque Euclid
Descripción:
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Una familia de conejos cornudos que vive en el bosque Euclid.
No enfrentarse si los ATP están por debajo de dos dígitos.
‖ A T R I B U T O ‖
PV: 75
PM: 20
STRG: 7
DEF: 6
MDF: 5
INT: 5
AGI: 10
LCK: 12
‖ H A B I L I D A D ‖
Habilidad Pasiva:
❶ Suerte del Conejo
—100% de posibilidad de ataque doble cuando la AGI y la LCK del enemigo son menores.
Habilidad Activa:
❶ Chillido del Conejo Niv. 2
—PM –20
—50% de posibilidad de llamar refuerzos.
‖ D E B I L I D A D ‖
❶ Fuego
‖ F I N ‖
Silvia se sorprendió porque el grupo de conejos cornudos tenía habilidades diferentes a los conejos individuales que corrían desenfrenados por el bosque. Pensó que eran los mismos. Por eso estaba segura de que podía matarlos incluso si la mayoría de sus ATP estaban en un solo dígito.
¡Y además, sus ATP eran altos! ¡Muy altos! ¡Más altos que los de ella, que Silvia incluso pensó en rendirse!
Silvia sacudió la cabeza.
¡No! No se rendiría hasta que este grupo de enanos no fueran más que carne y patas de conejo.
Tan horribles y salvajes pensamientos para alguien tan hermosa, pero a Silvia no le importaba pues los conejos estaban a punto de atacarla nuevamente.
Silvia cerró los ojos, preparándose para el impacto, y antes de darse cuenta, apareció una notificación en su pantalla.
<¡Has MUERTO!>
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—Penalización de 600 EXP —procesó el sistema.
—EXP insuficiente.
—Proceder a pagar 6 ATP por falta de EXP.
—PROCESAR.
—. . .
Silvia parpadeó. Antes era 500 pero, ¿ahora una penalización de 600 EXP?
—¿Cómo? ¿Por qué? ¡¿Qué?!
Silvia se obligó a calmarse y pensar las cosas con detenimiento.
El sistema estaba calculando las penalizaciones basándose en la cantidad de EXP que obtenía al derrotar a su enemigo. Y la cantidad de EXP que obtenía al matar a su enemigo se basaba en su ATP y en el tiempo que tardaba en derrotar a sus oponentes.
Entonces eso significaba...
—Que era porque su ATP se redujo en cinco hace un rato que la cantidad de EXP, en caso de haber derrotado al grupo de Conejos Cornudos, aumentó a 600 EXP.
—¡Maldición!
Entonces eso significaba que cuanto más la mataban, mayor era la reducción de EXP.
Silvia comenzó a entrar en pánico ahora. ¡600 EXP no era ninguna broma! Definitivamente sentiría el golpe de eso.
Su ATP sin duda sufriría con esta segunda pérdida. Su ventaja sobre los otros jugadores también se anularía.
—Cálmate.
Silvia repitió el mantra en su cabeza.
También significaba que si derrotaba a las Hordas de Conejos Cornudos, podría recuperar la mayoría de sus puntos de ATP perdidos.
Silvia tomó una gran bocanada de aire y planeó su próximo movimiento. Necesitaba aumentar su AGI a 10, para que las habilidades del grupo de Conejos Cornudos no funcionaran contra ella y no pudieran realizar ataques dobles.
Y con su experiencia de combate, podría evitar la mayoría de sus ataques y terminar con ellos uno por uno.
Silvia asintió para sí misma. Lo que necesitaba era moler hasta tener 300 EXP. Y para entonces...
La forma de espíritu de Silvia se fijó en el grupo de Conejos Cornudos que reanudaron su vida cotidiana de comer pasto y recolectar alimento. Sus ojos inocentes parecían felices y satisfechos.
Silvia no sabía por qué pero le enfurecía verlos.
—¡Seguramente mataría a esos conejos aunque fuera lo último que hiciera!
Después de pagar la penalización por muerte, Silvia se encontró una vez más dentro de la entrada del Pueblo Euclid.
En lugar de regodearse en su frustración y molestia, Silvia se dirigió de nuevo hacia el bosque para moler como si su vida dependiera de ello.
Se olvidó por completo de su mejor amiga Pamela en ese punto.
Algunos jugadores también estaban haciendo su molienda diaria. Al ver a la hermosa dama marchando con una oscura niebla envolviendo su aura por completo, con ojos destellando peligrosamente, todos se apartaron casi inmediatamente.
Sus fantasías de salvar a una dama en apuros y exhibirse para atraer su atención se desvanecieron en el aire como el Lobo Enloquecido que ella mató con su espada de un solo golpe.