No hagas promesas que no puedas cumplir

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Cuando Lux abrió sus ojos, se encontró rodeado por la oscuridad.

Era completamente negro, totalmente carente de cualquier color. Incluso como un Medio Elfo, quien tenía la capacidad de ver en la oscuridad, Lux se encontró incapaz de ver cualquier cosa.

No podía ver sus manos. No podía ver su cuerpo. No podía ver si había algo enfrente de él. Cuando intentó gritar, ningún sonido salió de sus labios.

Fue en ese momento cuando el ensordecedor sonido del silencio empezó a hacer que sus oídos zunbaran.

Se tapó los oídos, pero el zumbido no cesó.

No importa cuánto gritaba con todas sus fuerzas, su voz parecía haber dejado de existir.

Por primera vez después de renacer, Lux se sintió verdaderamente y completamente impotente. Era como si hubiera caído en un pozo sin fondo, condenado a permanecer allí por la eternidad.