Cuando la mano del colosal Delgron cayó sobre un edificio, sacudió todo e inmediatamente derribó el edificio. Acompañado de este temblor, un agudo grito de dolor resonó desde la única cabeza en este cuerpo extraño.
—GRRRRRRRRRRRRRRAAAA —El ensordecedor grito de Delgron reverberó a través del campo de batalla, enviando escalofríos por la espina dorsal de todos los jugadores.
Kaizen, con su espada reluciente, apretó los dientes ante la monstruosa fuerza del demonio, pero no se permitió tener miedo, así que aprovechó el momento de debilidad del demonio y cargó hacia adelante con aún más furia. Atacó con la Espada del Rey, apuntando a una de las articulaciones del colosal monstruo, y su hoja cortó profundamente en la piel escamosa.
Con la apertura de la defensa del monstruo y el primer sabor de su sangre, el caos se extendió rápidamente por el campo de batalla.
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