Muro de Piedra

Incluso después de que la bandada de Buitres Negros se hubiera disipado un poco, el Bosque de Nubes seguía siendo un lugar peligroso y misterioso.

En las áreas alejadas de donde normalmente se quedaban el SombraGato y las aves, había varios otros tipos de monstruos y construcciones, restos olvidados del pasado de la región. Cabañas, torres y entradas a cuevas profundas, ninguna de estas eran raras de encontrar allí. Caminar por estas áreas normalmente sería peligroso para cualquier jugador. Avispas gigantes, esqueletos o goblins podrían aparecer de repente.

Por suerte para Klaus Park, caminaba junto a una nativa local, que recientemente se había acostumbrado a evitar el camino de estos monstruos, por lo que los riesgos se reducían un poco.

Therkara Ironstone caminaba delante del recién llegado, señalando los mejores senderos por los que podían pasar. Sus habilidades de observación eran asombrosas; parecía que la eterna niebla no era un obstáculo para ella, como si pudiera ver a través de ella y ver los senderos como si estuviera en un bosque ordinario en un día soleado.

—Eres más impresionante de lo que pareces —Klaus se sintió obligado a felicitar a Therkara.

Al igual que hace unos minutos, las palabras de Klaus Park sonaron para la mujer tan bien como una yunque cayendo fuerte sobre su cabeza.

—Gracias, creo... —respondió ella, rascándose la nuca en señal de vergüenza—. Por cierto, Kaizen, ¿por qué estabas aquí en este bosque? ¿Te perdiste? O peor, ¿interrumpí alguna otra misión tuya?

—No te preocupes por eso. No estaba exactamente en una misión. Solo estaba cazando algunos Buitres Negros para evolucionar lo más rápido que pueda.

—Entonces he tenido suerte. ¡Ah! Casi se me olvida preguntarte algo —Therkara se volvió de repente para preguntar—. ¿Cómo derribaste ese árbol?

Klaus podría decir que había hecho caer el árbol, sin usar sus manos, usando posibles habilidades de mago verde, o simplemente magia del viento, pero como la mujer-herrera era un PNJ, Klaus no se molestó en decir la verdad.

—¿Eso? Bueno, puedo mover cosas con mi mente —declaró él, y con un movimiento de su dedo índice derecho, levantó una de las cuatro Flechas Huko de su carcaj.

La flecha de madera, cuya punta era ligeramente verde, levitó suavemente y aterrizó en la palma de Klaus.

Therkara Ironstone se quedó asombrada en el mismo segundo.

—¡¿Qué!? ¡Nunca he visto eso en mi vida! —exclamó ella.

Klaus Park no era constantemente alabado, por lo que se sintió desconcertado al escuchar esas palabras y quiso cambiar de tema rápidamente.

—Olvídalo. Por ahora, no es gran cosa... —habló él, guardando cuidadosamente la flecha en el carcaj para no volarla—. Ahora que he respondido a tu pregunta, es mi turno de preguntar. Dijiste que despertaste aquí hace unos días, ¿verdad? ¿Por qué no pediste ayuda a otros jug?

*Smack*

Justo cuando Klaus iba a terminar su pregunta, de repente se mordió la lengua.

—¿Estás bien? —preguntó Therkara Ironstone, preocupada.

Klaus estaba confundido por un momento pero pronto habló de nuevo.

—Estoy bien. Estaba preguntando: ¿por qué no pediste ayuda a otro jugad?

*Smack*

Una vez más, Klaus se mordió la lengua fuerte. '¿Qué demonios es eso?' Pensó enojado y una teoría surgió en su mente simultáneamente. '¡Ah! No puedo referirme a los jugadores como jugadores cuando hablo con PNJs, ¿es así, desarrolladores? Ustedes, los listos...'

'¿Estás seguro de que estás bien, Kaizen? Si quieres, podemos detenernos y descansar un rato. Estabas cazando, y yo me interuse, ¿verdad?'

Negando con la mano, Klaus respondió rápidamente.

—No es nada. Como estaba preguntando, ¿por qué no pediste ayuda a las otras personas que pasaron por el bosque estos últimos días? ¿Fui la primera persona que viste? —interrogó Klaus.

Al escuchar el resto de la pregunta, Therkara Ironstone bajó la mirada, luciendo molesta.

—No sé por qué, pero todas las personas a las que intenté hablar simplemente ignoraron mis gritos. Otros incluso parecían oírme, pero pronto comenzaron a correr lo más lejos que pudieron —con sus ojos muertos de pez, Klaus juntó sus manos una sola vez como si finalmente hubiera entendido algo—. Deben haber creído que eras un fantasma justo como yo pensé al principio.

En ese momento, una vena sobresalió en la frente de la mujer-herrera, y ella se rió con enojo —¡Jaja! Sí, tal vez...

A pesar de las sinceras palabras de Klaus Park, en el fondo, Therkara Ironstone estaba feliz de finalmente tener a alguien con quien estar y que escuchara lo que ella tenía que decir. El Bosque Brumoso siempre es tan silencioso que el mismo silencio a veces es asombroso, y los monstruos acechando en cada esquina son tan aterradores como las Arañas-escorpión en la cueva.

Sin embargo, con Klaus a su lado, toda la sensación de peligro constante era más soportable. Él era alto y tenía brazos ligeramente musculosos, y la expresión de su rostro transmitía confianza. Además, Klaus miraba hacia adelante con tal enfoque que sorprendía a la dama herrera.

Después de unos minutos de caminar por el bosque de árboles torcidos y secos, finalmente llegaron a lo que parecía ser una de las fronteras de esa región aterradora.

Sin embargo, había muchas cosas diferentes acerca de este nuevo lugar. Las ramas secas de los árboles estaban llenas de densas telarañas que prácticamente imitaban la apariencia completa de un árbol cargado con hojas ordinarias.

Curioso, Klaus Park se acercó a uno de estos árboles en su camino y extendió un dedo para tocar la telaraña. Tan pronto como su dedo tocó eso, pudo sentir lo viscoso y blando que era, lo cual le decepcionó un poco porque esperaba algo como un hilo de algodón.

—Ten cuidado con esas telarañas en los árboles, Kaizen. Las arañas probablemente han liberado ácido y otros fluidos en esas telarañas para intentar capturar lo que se acerque a su hogar —advirtió Therkara, continúa su camino sin mirar atrás.

'¿Fluidos?' Klaus pensó e inmediatamente comenzó a mover su dedo para purgar lo que todavía tenía en él.

Juntos continuaron su camino hasta que se toparon con una enorme pared de piedra natural, y esto era solo la base de una colina aún más grande.

La dama entonces se volteó, señaló hacia adelante y le dijo a Klaus:

—Finalmente hemos llegado. Este es el lugar donde se encuentra la Aldea de Herreros de mi pueblo —Therkara Ironstone señalaba la gran puerta de madera con bisagras metálicas que eran inamovibles en la pared de la colina.

Esta puerta tenía poco más de tres metros de altura y de ancho, y Klaus ni siquiera podía imaginar cuán antigua era. La madera aún se veía intacta, pero el hierro estaba en peor estado que el óxido, como si el tiempo hubiera corroído literalmente el metal.

Aunque la puerta estaba entreabierta, indicando un acceso fácil a la cueva de la montaña, numerosas líneas de telarañas atravesaban los cinco metros entre el bosque y la pared. Además, encima de la puerta había una gran grieta, y arañas entraban y salían de esta grieta.

El verdadero desafío ahora comenzaba, pero Klaus ya sabía una cosa: pasar a la cueva sin ser visto por las arañas sería imposible.

...

Editado por: DrHitsuji

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