La cicatriz en su corazón y cartera

Hace mucho tiempo, la familia Park solo tenía un coche en la familia, que era utilizado por Michael, el padre de Klaus, para ir a trabajar al puerto. Por esa razón, Klaus siempre tenía que tomar un largo viaje en autobús y tren desde Long Island hasta el centro de Nueva York cuando iba a visitar a Rhyzer en el Hospital.

Ir a Manhattan los sábados ya se había convertido en una rutina para Klaus Park, así que ya estaba bastante acostumbrado a la zona. Por lo general, después de que Klaus cambiaba las flores marchitas en el jarrón al lado de la cama de Rhyzer, hablaba con su hermano inconsciente, tratando de estimularlo, salir del Hospital y caminar unas cuadras para visitar una acogedora librería. Sin embargo, en este sábado en particular, estaba más pensativo de lo habitual.

Klaus Park observaba con tristeza el rostro pálido de su hermano mayor y un torbellino de pensamientos en su cabeza.

La barba de Rhyzer estaba un poco grande y su cabello también, así que Klaus pidió a una enfermera una maquinilla de afeitar y unas tijeras. Con mucho cuidado, Klaus afeitó por completo la barba de Rhyzer usando la maquinilla de afeitar, un poco de crema de afeitar y agua. Con las tijeras, cortó unos mechones del cabello de su hermano mayor, pero no mucho porque Rhyzer solía llevar el pelo hasta los hombros.

Después de terminar con la higiene de su hermano, Klaus agarró una silla y se sentó frente a la cama del hospital, preguntándose qué diría Rhyzer sobre él renunciando a su carrera en los esports cuando despertara.

Mientras Klaus pensaba en ello, los siseos emitidos por la máquina de monitoreo cardíaco se hacían más fuertes y resonaban profundamente en su mente. Esto siempre sucedía cuando Klaus pasaba mucho tiempo en la habitación de Rhyzer, como si cada siseo intentara recordarle todas las veces que se había negado a salir con su hermano solo para seguir jugando Myth2 incansablemente.

*BEEP... BEEP... BEEP...*

La clase de culpa que sentía Klaus Park era diferente a la usual, una mezcla de culpa y dolor. Más que nadie, Klaus aún creía que Rhyzer se despertaría en algún momento, excepto que cada semana con los dispositivos encendidos, casi cinco mil dólares se sumaban a la deuda de los Park, haciendo que Klaus se cuestionara constantemente qué futuro les esperaría a él y a su familia.

Cuando Klaus estaba a punto de irse, un hombre de unos sesenta años con una bata blanca entró en la habitación.

—Buenos días, Klaus. Hace tiempo que no nos veíamos, ¿verdad? —preguntó el Dr. Rodríguez con una sonrisa apretada.

Klaus Park se levantó de su silla y le dio la mano al doctor. —Nos vimos el año pasado, creo.

—Sí, tienes razón. Entonces, ha pasado mucho tiempo. ¿Estás ocupado ahora? —El doctor puso sus manos detrás de su espalda e inclinó ligeramente la cabeza hacia un lado.

—En realidad, justamente me iba. —Klaus señaló la puerta.

—Por favor, siéntate. Te prometo que nuestra conversación no será larga. —Rodríguez señaló la silla junto a la cama.

Pacientemente, Klaus Park volvió a su silla y el doctor se apoyó en la cama de Rhyzer.

—Klaus, necesito ser honesto contigo. Te he visto crecer, así que no hay problema, ¿eh? —Rodríguez preguntó, y la respuesta fue solo un asentimiento del joven. —Las posibilidades de que Rhyzer despierte no han aumentado en los últimos años. Como solicitaste, realizamos una batería de pruebas a tu hermano cada mes, pero los órganos siguen exactamente igual que antes.

—Sí, lo sé. Las enfermeras me han actualizado sobre eso.

—No, supongo que no sabes todo. Toma esto. —El Doctor Rodríguez le extendió un sobre a Klaus.

Antes de abrir el sobre, Klaus Park dudó, como si ya pudiera sentir de qué se trataba. Aun así, lo abrió y extrajo la carta del sobre que detallaba la deuda de los Park: $2,100,560.97

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La cantidad no asustó a Klaus porque ya la conocía, pero si Chun o Michael Park fueran recordados de esta enorme deuda un día más, los alteraría como antes.

—Este es un valor enorme, Klaus. Y si esta cantidad sigue aumentando, por más consideración que el dueño de este Hospital tenga por tu padre, sus hijos usarán medios legales para obligarte a hipotecar todo lo que tienes. Tendrás que vivir en la calle —el doctor advirtió en voz baja.

Klaus Park no encontró una respuesta adecuada para el Dr. Rodríguez y permaneció en silencio.

—Está bien Klaus, me voy. Piénsalo chico, tienes una buena familia, no renuncies a todo lo que ya tienes —finalmente, el doctor salió de la habitación, y Klaus también.

Recordar el tamaño astronómico de la deuda era un tormento constante para Klaus, y aunque los Park habían intentado incontables veces encontrar otros Hospitales para transferir a Rhyzer, ninguno era mucho más barato, y ninguno aceptaría tantos pagos atrasados.

Sentado esperando el tren, Klaus decidió buscar en Webnet las maneras más efectivas de ganar dinero rápido. Por supuesto, había numerosas formas falsas que ya estaban saturadas, como el Marketing Digital, Trading y Drop-shipping. Sin embargo, un post de un foro sobre juegos captó la atención de Klaus.

El post era de un usuario llamado MonkeyD y hablaba sobre cómo sorprendió a su novia con un coche nuevo en su decimosexto cumpleaños, lo que hizo que Klaus se sintiera envidioso. Sin embargo, el post no se detuvo ahí.

MonkeyD contó en el resto de los párrafos sobre cómo jugar a Rise Online había cambiado su vida financiera porque era cierto que las monedas ganadas en el juego se podían convertir en Dólares.

—Espera, ¿es esto real? ¿Cómo es eso? —Klaus se preguntaba.

Sabía que hace unos años había juegos que otorgaban monedas virtuales, pero los ahorros de todos estos juegos eran muy frágiles y requerían una inversión inicial pesada.

Aun después de que llegó su tren y se subió, Klaus siguió leyendo numerosos testimonios de personas que decían amar Rise Online y otros que lo odiaban.

La verdad innegable era que el número de jugadores solo aumentaba cada día, pero el valor de la moneda del juego no había cambiado ni siquiera cerca de cinco meses después del lanzamiento. La lógica económica detrás de esto era demasiado complicada para que Klaus Park la entendiera, pero fue lo suficientemente convincente como para captar su atención. Así que tan pronto llegó a casa, inició sesión en Rise Online de nuevo.

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Editado por: DrHitsuji

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