Un Amo Severo

—Esto... —solo al ver el estado en que terminó William le dio un gran susto a Ellina. Ella instantáneamente canceló su escudo inútil y apareció junto a él, sosteniendo su cuerpo con su fuerte brazo.

—G... Gracias... —William estaba demasiado cansado para hablar correctamente en ese momento. Durante los últimos cinco minutos, realmente se extralimitó y empujó su cuerpo más allá de sus límites.

—Aquí —Ellina sacó una botella amarilla y se la entregó a William—, esto es el aliento de espíritu, una de las mejores pociones para recuperar el espíritu de uno y limpiar la fatiga.

—Gracias —William no podía rechazar algo tan precioso de ella. Por lo que él sabía, el precio de una botella como esa era de al menos diez mil cristales espirituales. Y aún era más pequeña que esta.

Solo con tomar un sorbo de esa poción se sintió instantáneamente refrescado. Unas pocas gotas fueron suficientes para restaurar su agotada fuerza. Después de todo, William todavía era un débil maestro de espíritu para empezar.

Además, William no quería agotar toda esta preciosa poción de una sola vez. Tenía la intención de guardar unas pocas gotas para su futura aventura.

—Tengo que admitir —Ellina dijo honestamente—, ¡que ese maestro tuyo es realmente un genio! ¡Pero también es muy dura!

William quería reír amargamente, pero se controló. Si esto se consideraba duro, entonces, ¿cómo llamaría Ellina al inhumano entrenamiento de su maestro de aquel entonces?

—Gracias por esto —dijo William con sincera gratitud mientras hacía un gesto hacia la poción que ella le había regalado.

—No es nada, solo quiero ver qué harás al final —Ellina movió su mano antes de colocarse al lado y no moverse.

Esta poción podría parecer invaluable para alguien como William, pero para Ellina en realidad no era nada.

—¿No vas a volver allí? —William señaló el lugar donde Ellina estaba antes. Pero Ellina negó con la cabeza.

—Ahora confío en lo que dijiste... No vas a tirar tu vida así como así —dijo ella con firmeza mientras su objetivo principal era estar más cerca y observar atentamente las cosas innovadoras que William estaba haciendo aquí.

Ella no quería perderse ni una sola cosa que él hiciera, y de esta experiencia podría incluso intentar replicar todo más tarde.

William ya había visto a través de sus intenciones, pero no la detuvo. Ella ya había jurado mantener en secreto lo que vio aquí para sí misma. Además, ya había pagado un precio suficiente para obtener tal privilegio usando esta poción.

A medida que su fuerza se reponía, volvía a repetir el mismo proceso una y otra vez. Los inconvenientes de este método no solo se limitaban al agotamiento que provocaba en su cuerpo, sino también al tiempo que consumía.

William solo podía tratar un solo mineral una vez cada cinco minutos. También necesitaba al menos un par de minutos para consumir unas gotas de la poción y descansar.

Con la presencia de la poción del aliento de espíritu, se volvió un poco más valiente y ejerció más fuerza, logrando acortar este tiempo a la mitad. Pero no era suficiente.

Le tomó más de quince horas terminar esta dura tarea. Durante este tiempo, el cielo fuera se oscureció y cayó la noche, pero ni él se detuvo, ni Ellina se fue.

Ella siguió observando sus movimientos sin siquiera pestañear durante la primera hora. Cuanto más observaba, más admiraba a William y a su misterioso maestro.

'Entonces, está usando la percusión causada por el martillo para eliminar las impurezas... Utilizando vibraciones para limpiar esos minerales tan salvajes sin activar la energía dentro... ¡Brillante! ¿Por qué no se me ocurrió usar el mismo método antes?'

—Uf, ya terminé —al finalizar de limpiar la última pieza, se detuvo y bebió unas gotas para reponer su fuerza. Cuando notó la oscuridad afuera, no pudo evitar sentirse un poco extraño.

Justo ahora se dio cuenta de que Ellina se había quedado todo este tiempo a su lado sin moverse un centímetro. ¡Esto significaba que ella había estado aquí durante más de quince horas!

—¿No tiene nada más que hacer o qué? —William pensó para sí mismo antes de que Ellina señalara una nueva mesa de madera que su discípulo había traído.

—Ven, comamos.

—Gracias —una vez que vio la comida, todo el hambre que había reprimido estalló sin control. Sin actuar con cortesía, fue y se sentó al lado opuesto de Ellina antes de engullir comida como un monstruo.

—Hahaha, tranquilo, o te vas a atragantar, hahaha —verlo así mejoró el ánimo de Ellina. Justo en ese momento William volvió a ser el pequeño niño de once años, y ese aire misterioso que emitía durante su proceso de forjado desapareció sin dejar rastro.

Ellina podría haber comprado la historia del maestro misterioso, pero ¿quién dijo que leer un libro era suficiente para convertirse en un experto?

Uno tenía que ser talentoso, y eso no era suficiente. También se requería un entrenamiento constante sobre estas habilidades y técnicas. Así que incluso si William tenía un formidable maestro como afirmaba, entonces ese maestro también tenía un discípulo aterrador para ejecutar tales habilidades con tanta precisión.

—No puedo creer que solo tengas once años —después de preguntar sobre su edad, Ellina no pudo evitar expresar su sorpresa—. Veo que eres un porteador, ¿por qué no dejas ese trabajo inútil y te unes a nosotros aquí?

En sus ojos, tal talento se quedaría en el polvo y se desperdiciaría si William continuaba siendo un porteador. William no dejó de comer mientras le respondía con la boca llena:

—Lo haré, pero no ahora.

—¿Por qué?

William siguió comiendo mientras sentía que su dolor de cabeza y el hambre se limpiaban completamente con la comida.

—Es el deseo de mi maestro —William se encogió de hombros y puso una mirada de impotencia en su rostro como si estuviera fuera de su capacidad decidir.

—Sigh, ese maestro tuyo... No puedo criticarla, pero sus métodos son realmente extraños —Ellina no podía creer que un maestro forzara a su discípulo a trabajar en un trabajo tan bajo cuando podría brillar y vivir una vida de reyes en el Departamento de Forja.

Pero si William la sorprendió por sus habilidades, entonces ella estaba segura de que su maestro debía ser algo más. ¿Cómo podría decir algo sobre las enseñanzas de un maestro así?