Un tesoro dejado atrás

Mansión de la Familia Allister,

¡Glup!

Bebiendo de un vaso de vino que contenía un líquido de color dorado, el jefe de la familia Allister se dirigió a la ventana.

La luz de la luna brillaba sobre la Fuente Dorada, creando un hermoso paisaje, pero toda el área alrededor de la fuente estaba vacía.

Ni una sola alma, excepto el jefe de la familia Allister, tenía permiso en esta área a estas horas de la noche.

—Tos, tos —el jefe de la familia Allister comenzó a toser mientras se agarraba el pecho derecho y el dolor alrededor de su corazón de mana empezó a aumentar.

Su respiración se volvió dificultosa, pero después de unos segundos, tomó una respiración profunda y calmó su cuerpo mientras el mana a su alrededor finalmente se asentaba.

—Unos años más y mi cuerpo finalmente podrá manejar esa sangre —dijo mientras en su rostro se dibujaba una sonrisa.

Volviendo a su escritorio, miró los documentos que tenían detalles sobre varios niños y su evaluación de habilidades.

¡Click!