De verdad

El cielo solía estar lleno de smog, ocultando la vista de la Tierra a las demás galaxias arriba. Sin embargo, esta noche, el oscuro cielo estaba despejado. La luna y las estrellas iluminaban el cielo, y se veía perfectamente desde las ventanas de la oficina de los productores. 

No obstante, Yena y Yejin no estaban allí para disfrutarlo. 

En lugar de eso, estaban en el domo donde la final de Estrellas en Ascenso solía celebrarse, estresados ya que había tanto por hacer. 

—¿Quién eres? —dijeron al mismo tiempo June y el hombre desconocido, mirándose bajo la luz de la luna. 

—Oh —dijo el hombre desconocido cuando reconoció al aprendiz de cabello rosa—. ¿June? 

June asintió con cautela. —Sí, señor. ¿Y usted es?