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Mientras múltiples cosas sucedían en el piso de la Arena, había cosas que estaban teniendo lugar donde el público no podía ver, específicamente en el área de observación de la Facción Demoníaca.
Tanto Alba como Anna todavía estaban presentes en la habitación; habían decidido dar un paso atrás y ponerse detrás de los demás miembros de la Facción Demoníaca.
—¿No es esto un poco cobarde? —preguntó Anna.
—No creo que en esta situación, estas personas realmente vayan a cuidar de nosotros los recién llegados —respondió Alba—. Así que creo que está bien que nos quedemos atrás y deberíamos dejar que ellos hablen.
Más específicamente, había un individuo que estaba intentando calmar la situación. Aunque todos tenían sus armas listas y su Qi estaba preparado para ser activado en cualquier momento, de pie frente a todos ellos con Sha Mo ligeramente detrás estaba Lince.
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