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Capítulo 39 - Tarjeta

Nick llevaba una camiseta roja y negra con varios bolsillos, y sus pantalones eran ajustados y negros.

 

En conjunto, Nick se veía bastante pulcro y competente.

 

Era bastante difícil conectar al Nick actual con una persona de los Arrabales.

 

Él básicamente parecía como todos los demás Extractores de Zephyx, lo cual era bueno, ya que casi todos los Extractores de Zephyx exhibían este aura de autoridad, estatus y poder.

 

Lo único que desentonaba era su corte de cabello caótico.

 

—¡Te ves genial! —gritó Alberto con un pulgar arriba.

 

Wyntor también asintió. —Por favor, mantén el uniforme limpio y úsalo cuando tengas que trabajar. Cada Extractor de Zephyx solo recibe un juego.

 

—¿Cómo se supone que lo mantenga limpio? —preguntó Nick acercándose.

 

—Lo lavas —dijo Alberto.

 

—¿Con agua? —preguntó Nick.

 

Mientras tanto, Wyntor levantó una ceja en confusión.

 

—Sí, con agua —dijo Alberto.

 

—Pero el agua es para beber. ¿Por qué iba a malgastar un buen barril de agua solo para mantener mi ropa limpia? —preguntó Nick como si acabara de escuchar la cosa más absurda.

 

—Nick —dijo Alberto con voz monótona—. Acabas de ganar unos mil créditos ahora mismo. Un barril de agua ni siquiera te cuesta cinco créditos, y puedes lavar tu ropa varias veces con uno solo.

 

—Alberto —dijo Wyntor antes de que Nick pudiera responder—. ¿Por qué lavarlo con agua? Pensé que los uniformes de Extractor están hechos para ser lavados con Limpiador.

 

—El tipo ni siquiera quiere malgastar agua —dijo Alberto, señalando a Nick con el pulgar—. ¿Quieres intentar convencerlo de que use algo cien veces más caro que el agua para lavar su ropa?

 

—Además, no importa realmente. Cuando recibas una ducha limpiadora aquí, el problema se resolverá de todos modos.

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—Hm, supongo que tiene sentido —dijo Wyntor.

—¿Qué es un Limpiador y una ducha limpiadora? —preguntó Nick.

—El baño azul antes de tomar el baño verde —respondió Wyntor—. Eso está lleno de Limpiador. Es el líquido azul. Una ducha limpiadora es una pequeña habitación que vierte Limpiador por todo tu cuerpo. Cada Fabricante tiene un par de esas ya que algunos Espectros pueden volverse más fuertes al entrar en contacto con materia del exterior.

—Como el Limpiador no es muy caro para los Fabricantes debido a sus enormes ganancias, simplemente obligan a todos los que entran o salen de una Unidad de Contención a tomar una ducha limpiadora de antemano como precaución.

—No seremos diferentes ya que es un gasto insignificante para aumentar la seguridad.

Nick asintió un par de veces.

—Oh, está bien. Suena elegante.

—De todas formas —dijo Wyntor acercándose a Nick con una sonrisa—. Acabo de ver los cinco gramos de Zephyx que produjiste. ¡Eso es mucho!

Nick sonrió brillantemente al escuchar eso.

—¿Podemos mantenernos en funcionamiento indefinidamente ahora? —preguntó Nick.

Wyntor frunció el ceño mientras evaluaba algunas cosas.

—Más o menos.

—¿Más o menos? —preguntó Nick.

—Bueno, si nos quedamos en este nivel, podríamos continuar indefinidamente, pero ese no es nuestro objetivo, ¿verdad?

Nick levantó las cejas en preocupación incierta.

—Supongo que no.

—No, no lo es —dijo Wyntor con un tono firme—. El mínimo que queremos conseguir es ganar de 50 a 100 millones de créditos para que yo pueda comprar una pequeña parte de Kugelblitz. Si operáramos de esta manera indefinidamente, tomaría décadas.

—Necesitamos más beneficio. Necesitamos optimizar la producción de Zephyx con el Soñador y expandir nuestro alcance de operaciones.

—Capturar Espectros, contener Espectros, emplear gente, pagar alquiler, comprar Unidades de Contención, y así sucesivamente todo cuesta dinero, y un Soñador simplemente no es suficiente para pagar todo esto.

Nick levantó una ceja preocupado.

Entendió que Wyntor quería convertirse en heredero de su familia, pero tampoco podía entender por qué alguien necesitaría tanto dinero.

Ya estaban ganando mil créditos por día.

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—De acuerdo, podemos hacer eso —dijo Nick después de un rato.

—Bien —respondió Wyntor con una sonrisa—. Ahora, has tenido un largo día y creo que te mereces un descanso. Naturalmente, quiero producir más dinero con el Soñador, pero creo que es importante que tengas un par de días para ti.

—¿Por qué no te tomas los próximos tres días libres para recuperarte? Tal vez buscar algunas casas en la Ciudad Exterior? ¿Quizás encontrarse con algunos amigos? ¿Quizás ir de compras? En resumen, relájate —dijo Wyntor, poniendo su mano en el hombro de Nick.

En el siguiente momento, Wyntor sacó una pequeña tarjeta y la puso en las manos de Nick.

Nick miró la tarjeta y notó que era muy similar a la tarjeta que el guardia había usado para pagar el baño de Nick.

—Es tuya —dijo Wyntor.

Nick miró la tarjeta con asombro.

—Si quieres comprar algo, simplemente entrégala al vendedor, pero ten cuidado con las tiendas que frecuentas. Algunas de las tiendas más sórdidas podrían decidir intercambiar tu tarjeta por una falsificación —dijo Wyntor.

Nick simplemente continuó mirando la tarjeta. —¿Cuánto vale? —preguntó.

—10,000 créditos. Considéralo como un bono de contratación —dijo Wyntor—.

¡Los ojos de Nick se abrieron de golpe!

—¡10,000 créditos!

—¿Qué se supone que haga con tanto dinero?

Nick intentó devolver la tarjeta a Wyntor de manera refleja, pero Wyntor simplemente la empujó de vuelta en las manos de Nick.

—Es tuya, Nick —dijo Wyntor—. Eres mi Extractor Principal Zephyx, y hoy hiciste 5,000 créditos para la empresa. En dos semanas, mi riqueza personal y la tuya aumentarán otros 10,000 créditos siempre y cuando sigas trabajando diligentemente.

Nick miró con incertidumbre a Wyntor y luego a su tarjeta.

Sí, lo que Wyntor decía tenía mucho sentido, pero a Nick todavía le parecía extraño simplemente aceptar 10,000 créditos.

Lógicamente, sabía que ganaría mucho más para la empresa, pero emocionalmente, sentía que no merecía tanto dinero.

—Bueno, parece que todo va bien por aquí —dijo Alberto desde detrás de ellos—. Creo que es hora de que me vaya.

Wyntor se giró hacia Alberto y le dio un apretón de manos respetuoso. —Gracias nuevamente por tu ayuda hoy.

—No hay problema —dijo Alberto.

Luego, Alberto se volvió hacia Nick. —Nos vemos en algún momento, Nick.

Nick salió de sus pensamientos y miró a Alberto. —Oh, sí, gracias de nuevo, Alberto. Sin ti, esto no habría sido tan fácil.

—Lo sé —dijo Alberto con una sonrisa—. ¡Hasta luego!

Entonces, Alberto salió del almacén.

Unos minutos más tarde, Nick también dejó el almacén.

Wyntor esencialmente lo había echado del almacén, diciéndole que debería relajarse durante los próximos tres días.

Nick simplemente caminó distraído alejándose del almacén.

Solo seguía mirando su tarjeta.

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