—Creo que ya estamos listos —La brillante sonrisa de Lucielle, mientras agitaba su corto cabello blanco, hizo que Adonis expulsara aire de sus labios en señal de alivio. Finalmente, habían terminado.
—¡L-llamemos a R-Rey! Podemos ir juntos!
—No... él no va a venir con nosotros —Lucielle negó con la cabeza mientras colocaba ambas manos en su cintura. La mirada penetrante que le dedicó a Adonis era seria. El Gran Mago no estaba bromeando— no que esta fuera una situación para hacer tal cosa.
—¿Qué estás... diciendo? ¿Lo estamos abandonando...? —Adonis sintió como su pecho se oprimía al pronunciar esas palabras. Rey lo había protegido todo este tiempo. Perdió su ojo para salvar la vida de Adonis, e incluso ahora... estaba arriesgándolo todo para darles tiempo de completar el ritual.
—¡No tenemos tiempo para esto. Rey está luchando! Tenemos que...! —exclamó uno.
—En efecto. No tenemos tiempo para esto... —concordó el otro.
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