El carruaje continúa conduciendo hacia su destino mientras la nieve había dejado de caer del cielo. Elisa miró a Ian, esperando su explicación. Desde que conoció al Señor Belcebú, había una sola pregunta en su mente que no había cambiado hasta la fecha. La pregunta era si podía confiar en Belcebú a pesar del misterio que él lleva.
—Fue Lucifer quien le ordenó que buscara el collar en tu casa una vez que cruzara la Puerta del Infierno —fue la honesta y rápida respuesta de Ian. Recordó la noche después de que regresaron de Saltige, donde Ian había acostado a Elisa en su cama.
—¿La joven está dormida? —preguntó Belcebú, quien había estado parado con su espalda apoyada en la pared opuesta a la puerta.
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