Esperanza lanzó su mirada hacia su gesto y observó un metal brillante en sus caderas, era un puñal. Cuando algunos de los centauros tocaron su puñal en sus caderas y esperaron la señal de Quirón. Algunos de ellos estaban listos con la flecha en su mano derecha, mientras su mano izquierda tocaba su arco.
—¿Qué es esto?! —Esperanza pensó en pánico. ¿Qué están tratando de hacer aquí los centauros? ¿No eran acaso uno de los guardianes de esta aldea aparte de los cazadores? ¿Por qué querrían atacar esta aldea?
—¿Qué estás haciendo?! —siseó Kace, al lado de Quirón, con ira. Incluso Lana y los hermanos podían sentir la tensión en el aire de los centauros que los rodeaban. Estaban conscientes de las cosas que esas criaturas querían hacer, mientras el miedo y la trepidación brillaban en los ojos de Lana y los hermanos.
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