—¡Tonto! ¡No tengo hambre! ¡Vamos a donde tu esposa ahora, idiota! Temo que tu Hannah la esté entristeciendo una vez más. ¡Voy a asaros a los dos si Zhen-Zhen vuelve a llorar por vuestra culpa!
FaMo mordió la punta del pantalón flojo de Tristán, señalándole que lo siguiera y fuera al jardín donde Zhen-Zhen y Hannah estaban hablando en ese momento.
Pero Tristán no entendió. —¡Eh, FaMo, eso es mi pantalón, no comida. ¿Realmente tienes hambre? —preguntó.
FaMo, que estaba perdiendo la paciencia, mordió la pierna de Tristán de verdad.
—¡Ay! —gruñó Tristán.
Ese fue el momento en que Isabelle volvió después de hablar con su esposo, Lucas.
—¿Oh, qué pasa, hijo? —preguntó Isabelle en cuanto vio a Tristán agacharse para coger a FaMo.
—Es FaMo, ¡Mamá! Está actuando muy raro. Me mordió. Piensa en mí como comida. —comentó Tristán.
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