—Dijiste que necesitabas tomar un poco de aire fuera del palacio para sentirte mejor, pero volviste enferma. ¿Qué te sucedió? —la reina preguntó con curiosidad mientras comían, ya que quería saber exactamente qué había pasado.
Alicia levantó la cabeza para mirarla. Todavía no tenía una idea clara de lo que le había ocurrido, así que respondió:
—Supongo que estaba exhausta. No recuerdo mucho de lo que pasó —dijo Alicia con un movimiento de cabeza, y la Reina la miró, preguntándose si estaba diciendo la verdad o simplemente eso porque, como Harold, no quería contarles lo que había pasado. Harold, por otro lado, se preguntaba si realmente no recordaba o tal vez solo lo decía. No tenía ni idea de por qué estaba tan enojado con ella cuando debería estar feliz de que ahora se sintiera bien y la mesa del desayuno pareciera animada.
Después de comer en silencio durante un rato, Alicia se volvió hacia el rey cuando algo se le ocurrió y se aclaró la garganta:
—Mi rey, yo...
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