Salir sin mí

Para cuando terminaron de limpiar, su comida ya se había enfriado, pero la ama de llaves fue inteligente y calentó la comida antes de que bajaran a comer.

Mientras comían, Fu Hua no paraba de poner comida en el plato de Jia Li y Jia Li comía sin decir una palabra. Estaba más que famélica.

El tipo de ejercicio que acababa de hacer es para los fuertes, y no para personas débiles como ella.

Después de comer, Jia Li tomó sus medicamentos y se quedó inmóvil. Estaba tan llena que no podía levantarse por sí misma.

Cuando pensó en sus lindos cachorros que aún esperaban que les pusiera nombre, apareció una hermosa sonrisa en su rostro. Cuando quiso levantarse, Fu Hua la miró —¿A dónde vas?

—A ver a mis bebés —respondió Jia Li con una sonrisa orgullosa.

Fu Hua tenía 3 signos de interrogación ❓❓❓ flotando sobre su cabeza. Frunció el ceño y preguntó —¿No me dirás que te refieres a los cachorros?